_
_
_
_

Boliden sostiene su versión de que la presa de Aznalcóllar se reventó por un movimiento de tierra

Jorge A. Rodríguez

La minera Boliden-Apirsa mantiene que la presa de Aznalcóllar reventó por un movimiento de tierras y ayer, desde el boquete del dique, quiso mostrar las pruebas. Los 50 primeros metros que recorrió la riada tóxica están plagados de grandes rocas de nivel Terciario (margas) que, según técnicos de la mina y la Junta, deberían estar a más de seis metros bajo tierra. Además, el río Agrio, el afluente del Guadiamar al que se precipitaron los lodos, ha cambiado su curso y el cauce se ha elevado dos metros.Estas fueron las dos pruebas que quiso mostrar Boliden desde la misma balsa siniestrada, en la que se ha instalado un sistema de bombeo para evacuar 1.500 metros cúbicos de agua a la hora, para prevenir emergencias por lluvias torrenciales. La minera sueco-canadiense abrió ayer de par en par la explotación a tres consejeros de la Junta de Andalucía para reforzar su teoría de que el desastre se debió a un corrimiento de tierras. Aquilino Cazorla, director facultativo de la mina, mostró las grandes rocas del Terciario que se encuentran a nivel superficial, justo en la zona inicial del desbordamiento.

«Estas rocas nunca han estado ahí ni deberían estarlo, sino por lo menos a siete metros de profundidad», dijo. A escasa distancia del dique, justo enfrente de la fractura del dique, el lecho del río se ha elevado tres metros por encima de su nivel normal y ha cambiado su curso.

Sólo teoría

«Hemos encargado estudios para ver si esa elevación la han provocado también las margas», dijo Cazorla. El consejero de Medio Ambiente andaluz, José Luis Blanco, rubricó que estos dos indicios avalarían la hipótesis de que la rotura del 25 de abril se produjo por un corrimiento de tierras, pero insistió en que «por ahora es sólo una teoría». Boliden aportó un tercer dato que avalaría, a su juicio, la teoría del movimiento tectónico.El dique de la presa junto a la rotura, de 30 metros de ancho por otros tanto de alto, se ha desplazado de su posición original más de un metro hacia el río, «y eso no lo mueve así el agua». Cazorla insistió en que cinco minutos antes del reventón una guardia recorrió la zona sin advertir nada extraño y que los informes periódicos de Geocisa y el Instituto Geológico Minero no habían detectado anomalía alguna.

Tanto la mina, como los responsables del operativo de emergencia, respiraron ayer aliviados al desactivarse la alarma de lluvias torrenciales en la zona. Los empleados de la mina se felicitaban porque dos tormentas caídas en la zona en los últimos días no llegaran a afectar a ninguno de los dos embalses. Justo en la zona en la que aún quedan dos millones de metros cúbicos tóxicos almacenados, Boliden ha montado una línea de bombeo para evacuar otros 600 metros cúbicos a la hora. El aliviadero de la presa situada aguas arriba del Agrio también ha sido recrecido 12 centímetros para aumentar su capacidad de embalse y evitar que rebose en caso de lluvias, lo que ocasionaría un riesgo añadido porque el desembalse pondría en peligro la extracción de lodos.

En el Parque Natural de Doñana permanece retenida por un muro artificial, para evitar la entrada de aguas contaminadas en el Parque Nacional, una balsa de agua de ocho kilómetros de largo por 1,5 de ancho. Hoy mismo comenzará la construcción de una depuradora para reciclarla y arrojarla al Guadalquivir por el canal de Aguas Mínimas. Esta depuradora tardará una semana en estar en funcionamiento. Los equipos que trabajan en el vado del Quema por donde pasarán los rocieros ya han retirado 600 metros cúbicos de lodos de este punto, aunque aún quedan otros 8.000 por llevar a la vieja corta de Aznacóllar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_