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VALENCIA

Una corrida a la valenciana con Ponce y Litri a hombros

Muchas cosas se celebraban en el segundo festejo en honor de la Virgen de los Desamparados en Valencia. También se homenajeaba con esta corrida mixta la memoria del universal escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, de quien se conmemora el 90º aniversario de la publicación de su libro Sangre y arena. Además la corrida fue a la valenciana, es decir los actuantes vestían vistosos trajes de torrentí de raso y terciopelo y se engalanó el coso para el evento. En los prolegómenos también sonaron dulzainas y tambores. Toda una fiesta que no se repetía desde 1929 y posteriormente desde el año 1981, ocasión aquella en que se presentó en la plaza un jovencísimo Vicente Ruiz el Soro. Pero aquello es recuerdo. Ayer Ponce y Litri salieron por la puerta grande como casi siempre pasa hoy toreando toros muy de hoy y poniendo broche triunfal a una tarde donde la lluvia quiso aguar la fiesta.

Torrealta / Litri, Ponce, Barrera; Hermoso

Seis novillos de Santa María, bravos.José Antonio Iniesta, nuevo en esta plaza, oreja y saludos con división. López Chaves, silencio en los dos. Aníbal Ruiz,nuevo en esta plaza, oreja y aplausos. Plaza Monumental, 10 de mayo. Un cuarto de entrada.

Toros de Torrealta, bien presentados, nobles pero justos de fuerza

Uno de Murube, para rejoneo, soso y sin movilidad.

Litri: estocada —aviso-— y descabello (oreja); estocada (oreja)

Enrique Ponce: estocada (dos orejas); estocada (oreja y dos vueltas al ruedo). Vicente Barrera: media (oreja); pinchazo hondo y dos descabellos (ovación). El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza: un rejón (petición y vuelta).

Plaza de Valencia, 10 de mayo

2ª y última corrida en honor de la Virgen de los Desamparados. Tres cuartos de entrada.

Abrió plaza, vibrante y arriesgando, Pablo Hermoso de Mendoza que hizo lucir y montó con maestría a Chicuelo y sobre todo a Cagancho. No clavó bien los primeros rejones y aunque mató certeramente sólo dio una triunfal vuelta al ruedo, con lo que el presidente se ganó una monumental bronca. Y es que el usía reservaba el blanco pañuelo para más tarde. Enrique Ponce fue el triunfador con su templada y elegancia habitual. Lo cierto es que ayer dio dos estocadas de ley y se llevó tres orejas, en este caso en las alforjas. Litri también estuvo bullidor en sus dos enemigos con los que los engaños siempre fueron trompicados, pero como también matara bien les cortó una oreja a cada uno. Si alguien toreó bien de capote fue Vicente Barrera. Con su primero, además, vertical como siempre en un palmo de terreno hizo una faena de mando. Mató medio bien pero se llevó la oreja entera. Después enjaretó unas bellas verónicas al que cerraba plaza con el que pudo haber lucido mucho más y haber acompañado a Ponce y Litri en su salida a hombros, pero los aceros se lo impidieron.

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