Trapío en El Batán

En el escaparate de la Venta del Batán se han visto ya las primeras corridas de la feria. La presentación de todas ellas es digna de elogio, por el desarrollo de los pitones y por su excelente trapío, en general. Sólo desentona algo la corrida de María Lourdes Martín, que los mentores y cuidadores de Cristina Sánchez han preparado para la tarde de confirmación de su alternativa.Se trata de toros del primitivo encaste Graciliano-Santa Coloma, derivado después a los productos de Atanasio Fernández, de origen Parladé. Pero los seis toros traídos a Madrid recuerdan más, por sus hechuras, de no mucha caja y poca cara, al tronco santacolomeño de los gracilianos. Es un encierro muy recogido de trapío, de los que se dice que son «bonitos para el torero», no muy aparatoso de cornamenta. Se nota que ha sido muy cuidadosamente elegida. Con algo de volumen, en general, para ver si pasa el riguroso reconocimiento de Las Ventas, pero con la menor cantidad posible de pitones. Reses de astas recogidas, para no asustar.

Hay un toro muy bonito, marcado con el número 47, con alzada. El número 41 es, tal vez, el de mayor volumen de caja, que contrasta con la pobreza de su carita. También tiene cierta apariencia el número 37, un toro bragado. Junto a Cristina, se verán con ellos Curro Vázquez y David Luguillano.

La feria se abre con los toros de Criado Holgado . Es una corrida muy pareja, que llama la atención por la agresividad de sus defensas. Toros muy bien armados, astifinos. La igualdad de su presentación llega hasta la uniformidad de las características de las astas. Hay un número 30 muy bien presentado, con culata y pitones desarrollados.

Los toros de Fermín Bohórquez, que se correrán mañana, para Luis Francisco Esplá, David Luguillano y Pedrito de Portugal, están en su línea habitual . Hay algún toro recortado y algún otro con más presencia. Lo que los taurinos llaman «una escalera». Se puede ver alguna cara murubeña, con el hocico chato y recogido y el cuello muy corto. Los seis toros estaban echados y resultaba difícil llegar a más detalles. No obstante, la desigualdad en la presentación parecía evidente.

La novillada del próximo lunes pertenece a Francisco Ojeda. Es bonita , con tres ejemplares negros, dos castaños y uno colorado. Estas reses son de procedencia Jandilla, lo que quiere decir que los novilleros López Chaves, Gómez Escorial y Alberto Ramírez se van a encontrar con un encierro de lujo, porque lo de Jandilla tiene sangre de la vacada de Juan Pedro Domecq. Atención al número 35, un bonito castaño ojalado.

Los toros de Peñajara no inauguran este año la feria, como venía siendo costumbre. Se lidian el miércoles 13, con Fernando Cepeda, Finito de Córdoba y Javier Vázquez. Y no hace falta decir que la corrida viene, como siempre, bien presentada. Todos muy serios y con pitones desarrollados. Tal vez haya alguno con exceso de kilos, como el número 35, negro listón, con amenazadora cornamenta. También está muy bien armado el número 32, enmorrillado y con excelente trapío. Estos toros han venido desde Sevilla, donde pastan en la actualidad, pues Manuel Rueda ha vendido el hierro a la sociedad Rulai.

Para el jueves día 14 está prevista la corrida de Sepúlveda. Con cara y presencia aceptables. Puede bajar algún toro. Pero, en general, son altos de agujas, largos, como corresponde a su condición de atanasios. Especialmente el número 2, un morlaco muy serio, que ya se ha astillado el pitón derecho. Serán muertos a estoque por Julio Aparicio, El Cordobés y el confirmante Morante de la Puebla.