La innovación en España, calificada de catastrófica
La tecnología es la gran protagonista del final de siglo XX, a pesar de lo cual la situación de la innovación tecnológica en España fue calificada repetidamente por quienes mejor la conocen de catastrófica, con algunas notables excepciones, en la sesión convocada recientemente en Madrid por la Academia de Ingeniería y la Fundación Repsol. «La inversión privada en ciencia y tecnología ha caído desde 1993 y eso que ya era muy escasa», recordó Elías Fereres, presidente de la academia, quien coincidió con otros expertos en que España debería hacer un gran esfuerzo en ciencia y tecnología para prevenir la caída de sectores actualmente muy fuertes, como el turismo y el agroalimentario por la competencia que emergerá inevitablemente. El diagnóstico más común es que falla la visión a largo plazo tanto en lo público como en lo privado y que el mercado castigará ineludiblemente a quienes no la tienen.Según el análisis del físico Antonio Luque, el sector público es relativamente eficaz, aunque hay demasiados investigadores para lo pequeño que es, no todos buenos y en promedio mal dotados de fondos. El sector empresarial está en situación deplorable, en número de investigadores y producción, pero podría, en su opinión, responder a estímulos públicos distintos a los actuales, más en la línea de los utilizados por la Comunidad Europea.
Fereres, que fue secretario de Estado de Universidades e Investigación con el Gobierno socialista, saludó la aprobación del Gran Telescopio de Canarias: «Ya iba siendo hora de que España tuviera un proyecto de gran ciencia y si se ha elegido éste, bienvenido» y también la creación de la Oficina de Ciencia y Tecnología «si sirve para lograr una mayor y necesaria coordinación en el gasto español en I+D».
Términos
Ciencia, tecnología, innovación. Los términos resultan a menudo confusos. Robert Malpás, presidente de Eurotunnel, se encargó de aclararlos y relacionarlos con la ingeniería. La tecnología es la suma de la ciencia y la tecnología, mientras que la innovación es la suma de la tecnología, la ingeniería y la mercadotecnia. La ciencia es la generadora de conocimientos, la ingeniería es el proceso y know-how que permite aplicarlos para generar tecnología, que es el resultado. «La excelencia científica no está reñida con la relevancia para la sociedad», recordó Malpás.El problema es más grave en España, pero también existe en Europa. El reciente informe de la UE sobre indicadores de ciencia y tecnología da un panorama pesimista de la capacidad europea para transformar los descubrimientos en ciencia básica en aplicaciones relevantes para el progreso económico de la región.
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