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Fraga califica de "gilipuertas" a quienes critican su visita a Libia

Xosé Hermida

El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, despachó ayer como declaraciones propias de "gilipuertas" y "cantamañanas" las críticas de los que consideran su viaje a Libia una forma de colaboración con un régimen acusado por Estados Unidos de promover el terrorrismo internacional. Fraga, que ayer se entrevistó en Sirte, una ciudad a 450 kilómetros de Trípoli, con el primer ministro libio Mohamed al Mangush, recordó que siempre se ha opuesto a "cualquier forma de violencia o terrorismo", pero esgrimió los lazos históricos y culturales con los países árabes para justificar su visita.

El alcalde socialista de A Coruña, Francisco Vázquez, afirmó ayer que el régimen libio no es amigo ni de Galicia ni de ningún país democrático, y recomendó a Fraga que busque mercados para la comunidad en Europa. El líder del Bloque Nacionalista Galego, Xosé Manuel Beiras, ironizó sobre la visita de Fraga ("lo que hace es viajar, dormido") y deseó que el presidente de la Xunta "se quede en el desierto".A pesar de las dificultades para comunicar con España, los ecos de las críticas llegaron ayer a Sirte, la ciudad donde el régimen de Muammar el Gaddafi ha construido un complejo para acoger sus ministerios. Tras entrevistarse durante 40 minutos con el primer ministro libio, no fue necesario siquiera que los periodistas le planteasen la cuestión para que Fraga replicase. "La paz mundial no se consigue más que evitando los aislamientos y los bloqueos. Hay gente que lo ha entendido al revés. Figúrense ustedes convertirme a mí en un apóstol del terrorismo. Hace falta tener sentido del humor o ser un verdadero gilipuertas, por decirlo con toda claridad".

El fundador del PP señaló que es precisamente su respeto al derecho internacional lo que le ha llevado a mantener posturas contrarias a los cercos diplomáticos y comerciales, de los que sólo sacan provecho los "intermediarios, pillines y listillos".

Antes de partir hacia Libia, el presidente de la Xunta ya se había adelantado a las posibles críticas recordando que en 1991 acudió a Cuba en pleno acoso internacional al régimen castrista, y aunque entonces también fue censurado por ello, más tarde el mismo Papa acabó siguiendo su mismo camino. "No es la primera vez que yo llego el primero". Muy distendido, a pesar de la contundencia de sus manifestaciones, Fraga descalificó a los detractores de su iniciativa. "Yo no recibo lecciones de ningún cantamañanas", sentenció.

La comitiva de Fraga se desplazó a Sirte en automóvil a través de los desolados parajes del desierto libio. Además del primer ministro, el presidente de la Xunta también se reunió con los titulares de Sanidad, Formación Profesional y Pesca. Este último podría visitar Galicia en breve para obtener información sobre cultivos marinos. Fraga concluyó su jornada con una visita al río artificial el Gran Hombre, una gigantesca canalización que están construyendo empresas surcoreanas y alemanas para trasladar agua hacia la costa desde los acuíferos subterráneos del desierto. Hace algunos meses, medios estadounidenses y británicos acusaron al régimen de Gaddafi de usar el proyecto como tapadera para fabricar armas químicas.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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