El "comando Donostia" pretendía asesinar al Rey en la inauguración de un acuario en San Sebastián

El comando Donostia de ETA, con la colaboración del grupo de legales desarticulado el pasado fin de semana proyectaba cometer un atentado contra el Rey durante la inauguración del nuevo acuario de San Sebastián, informaron fuentes del Ministerio del Interior. Esta información se desprende de las investigaciones que se llevan a cabo tras las detenciones en Guipúzcoa, por la Guardia Civil, de los seis miembros del grupo legal de apoyo al comando Donostia. La visita del monarca no estaba prevista oficialmente ni se había informado públicamente de la misma, pero los etarras estaban convencidos de que don Juan Carlos se trasladaría a San Sebastián para inaugurar el recinto.

Según fuentes de la investigación, ETA había llegado a plantearse seriamente la posibilidad de atentar contra el rey don Juan Carlos, e incluso parece que ya tenía entre manos la elaboración de un plan criminal mediante la colocación de explosivos en alguno de los lugares por los que pasaría la comitiva. La inauguración del nuevo acuario de San Sebastián esta previsto que se celebre el próximo verano, aunque todavía no se ha fijado fecha.ETA ya intentó asesinar al Rey en agosto de 1995, mediante un rifle de mira telescópica, durante sus vacaciones en Palma de Mallorca. Pero la policía detuvo a los tres integrantres del grupo, encabezado por Juan José Rego.

El comando desarticulado el pasado fin de semana por la Guardia Civil intentó también atentar contra la concejal donostiarra Carmen Nagel con una bomba colocada al paso de su vehículo. Pero la edil varió ese día su itinerario y eso hizo desistir a los terroristas. El grupo ahora desarticulado había realizado también seguimientos sobre Borja Semper y Arantxa Quiroga, concejales de Irún, además de recopilar datos sobre otros cargos políticos del PP, PNV y PSOE de Guipúzcoa y Navarra.

El grupo etarra detenido el pasado fin de semana cuando iba a lanzar dos granadas contra casas militares de Loyola llegó a colocar un artefacto para que explotara al paso del vehículo de la concejal Nagel en una fecha no concretada de los últimos meses. No era un coche bomba, sino un paquete de varios kilos.

Además del frustrado atentado contra Nagel, estrecha colaboradora del asesinado dirigente del PP Gregorio Ordóñez, el grupo de apoyo vinculado al comando Donostia hizo seguimientos a los concejales del PP en Irún Borja Semper y Arantxa Quiroga, que es dirigente de Nuevas Generaciones de Guipúzcoa. En ambos casos disponían de información muy elaborada.

Entre la documentación incautada al grupo hay fotos y datos del consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa, el viceconsejero José Manuel Martiarena, y el director de seguridad Ciudadana de la Ertzaintza, Adolfo Fernández Alustiza, además del subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa, Eduardo Ameijide, y el escultor vasco Jorge Oteiza.

Según fuentes de Interior, el grupo disponía también de fotos y situación del domicilio de la concejal donostiarra del PP Elena Azpiroz, cuyo escolta resultó herido de un tiro el pasado día 5 de diciembre al sorprender a un comando que merodeaba por la zona. También aparecían fichados los concejales María José Usandizaga (de San Sebastián), Ramón Goméz Uralde (de Eibar y secretario de Nuevas Generaciones de Guipúzcoa), el portavoz del PP en las Juntas Generales de Guipúzcoa Álvaro Moraga, y la eurodiputada socialista Bárbara Dürkhopf, viuda del senador Enrique Casas, asesinado años atrás por los Comandos Autónomos Anticapitalistas.

Debido a que uno de los etarras detenidos trabajaba en un cámping de Estella (Navarra), el grupo al que pertenecía tenía información sobre Ignacio Martínez Alfaro, consejero navarro de Agricultura y miembro de UPN, y de los alcaldes de Tafalla y Villatuerta, ambos del PSOE.

Interior imputa al grupo legal desmantelado el lanzamiento de granadas contra el cuartel de la Guardia Civil de Oñate, el pasado 15 de febrero; el lanzamiento de granadas contra la Subdelegación del Gobierno de Guipúzcoa el 1 de abril; y la colocación de un coche bomba en el barrio donostiarra del Antiguo, durante la celebración del Mundial de Ciclismo, el 11 de octubre de 1997.