Rojo saluda al euro con una rebaja de tipos de 0,25 puntos, que sitúa el precio del dinero en el 4,25%
El Banco de España dio ayer su particular bienvendida al euro con una rebaja del precio del dinero de 0,25 puntos, un cuartillo en el argot financiero, con lo que el tipo oficial se coloca en el 4,25%, un nuevo mínimo histórico. Ésta es la segunda vez en el año que el banco emisor decide recortar los tipos un cuarto de punto. Sin embargo, el descenso de los tipos en España es imparable desde noviembre de 1995. De entonces a hoy, el precio del dinero ha caído cinco puntos.La opinión generalizada ayer en el mercado financiero español es que la decisión adoptada por el banco emisor ha sido «prudente». De hecho, en la subasta de certificados de depósitos se concentraron peticiones por valor de 3,07 billones de pesetas y se adjudicaron 2,4 billones. El resto, 600.000 millones, había apostado porque los tipos bajarían hasta el 4%.
Esos cálculos, fallidos ayer, se basaban en que el banco emisor tiene que ir aproximando el tipo nacional al de convergencia, que aún se desconoce, pero que estará más próximo al que se aplica actualmente en Alemania (el 3,30%) que a ningún otro. Es decir, que aún hay recorrido a la baja para el precio del dinero en España.
No obstante, nadie olvida que el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, dejó bien claro en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados que no tenía prisa por cubrir ese camino. Y que aún tiene 23 oportunidades, tantas como subastas de certificados antes de fin de año, para cumplir con la convergencia de tipos con el resto de socios europeos. A partir del 1 de enero de 1999, será el Banco Central Europeo el que decida cuándo se modifican los tipos en España y en el resto de la UE.
La mayor parte de las grandes entidades financieras tampoco quisieron perder la oportunidad de hacer un gesto proeuro, aunque sólo de cáracter simbólico. BCH, BBV, Santander, Banesto, Popular, Bankinter, Urquijo, Barclays, Zaragozano, Pastor y Banca Catalana rebajaron los tipos preferenciales (los que aplican a sus mejores clientes) un cuarto de punto.
Sin embargo, ninguno anunció retoques en los tipos que aplica a los créditos al consumo o a los préstamos hipotecarios. Las grandes entidades financieras han decidido desde hace meses trasladar las rebajas del precio del dinero con mucho cuidado y renunciar a las guerras de precios sin cuartel, ante el imparable estrechamiento de los márgenes.
La decisión del Banco de España provocó una cascada de reacciones. El presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo que la bajada «es un regalo» a los españoles «por haber hecho bien los deberes y por haber cumplido bien con nuestras obligaciones».
Descenso esperado
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, dijo que la decisión del banco emisor era «esperada» y precisó que el descenso podría haber sido mayor.Este mismo argumento, aunque con mayo dureza, fue empleado por el secretario general de UGT, Cándido Méndez. Señaló que el Banco de España «ha esperado demasiado para recortar los tipos y no debería haberlo hecho, porque este descenso puede contribuir a bajar la tasa de paro». CC OO también hizo hincapié en este razonamiento y reclamó al Ejecutivo y a los empresarios que aprovechen esta oportunidad para crear empleo. La patronal dijo que la rebaja «es una buena noticia para las empresas, porque les permitirá reducir los costes financieros, algo que viene bien para potenciar inversión y empleo».
Pedro Solbes, diputado socialista, explicó que «bajar excesivamente los tipos puede recalentar la economía y puede generarnos algunas tensiones inflacionistas».
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