200 científicos estudian contrarreloj los animales del "Columbia"
Los investigadores españoles, contentos con los resultados
Contrarreloj trabajan los científicos que recibieron el domingo, en Cabo Cañaveral (EE UU), los animales que han pasado dos semanas en ausencia de gravedad a bordo del transbordador Columbia. Disponen de pocas horas para tomar muestras y realizar las observaciones que pueden darles pistas sobre el funcionamiento del cerebro en esas condiciones. Los investigadores españoles que participan en la misión llevan desde el domingo diseccionando cerebros de rata y hoy continuará el reparto de muestras.
El transbordador aterrizó el domingo, tras haber pasado dos semanas en órbita llevando en su bodega un laboratorio con un cargamento de ratas, ratones, grillos, caracoles, moluscos y peces, 2.000 animales en total. Superó durante la misión varias pequeñas averías técnicas, entre ellas un fallo del aire acondicionado y otro de uno de los tres sistemas hidráulicos de aterrizaje.La mitad de las crías de ratas de pocos días de edad murieron, pero no resultó afectado el grupo con el que trabajan los científicos españoles, que forman parte del equipo de desarrollo de mamíferos, integrado en total por siete grupos franceses, japoneses y estadounidenses.
Estos grupos comparten tejidos de los mismos animales: «El reparto es como un intercambio: yo te doy ésto, tu me das esta otra parte...», cuenta por teléfono Luis Miguel García Segura, «muy satisfecho» con la marcha de los experimentos hasta ahora. «Llevamos ya diseccionados más de 50 cerebros, y aún nos quedan muchos más», dice. Sobre el resto de los animales, que permanecieron todo el tiempo en contenedores inaccesibles a los tripulantes, no se han dado todavía datos sobre su estado.
La ratas recién nacidas murieron, al parecer por falta de cuidados maternales -un detalle que los propios veterinarios de la misión han reconocido no haber previsto-, pero este contratiempo no ha afectado al grupo de animales usados en el experimento de los españoles. Éstos consisten en estudiar si las ratas de pocos días de edad pueden aprender a caminar en las condiciones de microgravedad que se dan en el espacio, y en concreto qué cambios se producen durante ese aprendizaje en el cerebro de los animales; previsiblemente, las conexiones cerebrales de las ratas espaciales serán distintas de las de los animales que han quedado en tierra como control. «Es un experimento muy interesante. Equivale a enviar al espacio un bebé de meses, traerlo al cabo de varios años y compararlo con otros niños de su edad», ha dicho Javier de Felipe, otro de los neurocientíficos españoles.
Ratas corredoras
Durante los 16 días que ha durado el vuelo del Columbia a las ratas se las ha hecho moverse sobre una cinta corredora parecida a las de los gimnasios, y los astronautas las han grabado en vídeo. Algunas tenían apenas 8 días de edad el día del lanzamiento, y no sabían andar; otras, con 14 días, ya caminaban.Los resultados preliminares tras el aterrizaje son los siguientes: «Están bien de salud y pueden andar, aunque con déficits motores muy importantes», dice García-Segura. Ahora la cuestión está en saber si estos defectos son permanentes o transitorios, como los que sufren los astronautas nada más regresar de las misiones largas. Para resolverlo, un grupo de animales vivirá durante el menos un año más.
En cuanto a los cerebros, «de momento parecen normales», pero García Segura afirma que no podrá saberse nada definitivo hasta que no se analicen en profundidad las muestras. El trabajo se prolongará durante varios meses en el Instituto Cajal y puede que se amplíe con el estudio de los cerebros de las ratas recién nacidas que fallecieron, para escalerecer qué les pasó.
Dibujos y preparaciones originales de Santiago Ramón y Cajal han viajado a bordo del Columbia, y el pasado viernes Dave Williams, uno de los tripulantes, explicó en una transmisión televisiva quién fue Cajal y cuáles fueron sus contribuciones a la neurociencia. La NASA distribuirá una copia en vídeo a los medios de comunicación.
Los astronautas del Columbia pasaron la jornada de ayer lunes sometiéndose a pruebas médicas que aportarán datos a la misión Neurolab añadidos a los obtenidos durante las pruebas a que se sometiero durante la misión . Las últimos tuvieron lugar el pasado sábado y estuvieron relacionadas con el sistema vestibular, encargado del control del equilibrio -es muy frecuente entre los astronautas sufrir mareos y náuseas durante los primeros días de vuelo-.
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