Redondo está dispuesto a dejar al PSE-EE fuera del Gobierno si el PNV no cambia
El candidato a lehendakari de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, está dispuesto a dejar a su partido fuera del futuro Gobierno vasco si el PNV repite el actual modelo de pacto. El secretario general del PSE presentará en un acto político en Bilbao el próximo 10 de mayo los cuatro ejes de campaña de su partido que pasan por un pacto sobre el empleo y la pacificación, como aspecto fundamentales, y por un acuerdo sobre el modelo de país y un nuevo pacto cultural. Los socialistas plasmarán estas cuatro ideas en un programa electoral que ultimarán en verano.
Los socialistas vascos centrarán el debate electoral de la campaña de los comicios autonómicos del 25 de octubre en cuatro ejes: pacificación, un plan de empleo apoyado en número concreto, un pacto cultural basado en la pluralidad y un modelo de país. El secretario general, Nicolás Redondo Terreros, avanzará estas "cuatro ideas fuerzas" en un acto que tendrá lugar el próximo 10 de mayo en el teatro Arriaga de Bilbao y que servirá para presentar públicamentela candidatura a lehendakari de los socialistas vascos. Ese mismo mes, dos domingos después, los socialistas celebrarán también en la capital vizcaína la Fiesta de la Rosa. Fuentes de la dirección indicaron que están cruzando agendas en estos momentos con el fin de conseguir la presencia tanto del candidato del PSOE a La Moncloa, José Borrel, como la del secretario general del partido, Joaquín Almunia. "Nuestro objetivo es mantenernos en la segunda posición y evitar ser desbancados por el Partido Popular", indican fuentes de la dirección. El PSE considera en su nueva estrategia ahora estas cuestiones como fundamentales para un futuro pacto de gobierno y, según aseguraron fuentes de la dirección, "con el actual modelo de pacto nos quedaríamos en la oposición". No es la primera vez que los socialistas amagan con la idea de pasar a la oposión. La novedad reside en que este discurso, a diferencia de las últimas elecciones autonómicas, es anterior a la celebración de los comicios, previstos para el 25 de octubre. En la formación del último gobierno de José Antonio Ardanza, los socialistas discutieron su participación en el Ejecutivo vasco en un Comité Nacional en el que el presidente del partido, Txiki Benegas, y su entonces secretario general, Ramón Jáuregui, apostaron por permanecer en el Gobierno para "moderar al nacionalismo" y porque "las políticas se hacen desde el Gobierno no desde la oposición". Finalmente, el PSE formó parte de nuevo del tripartito vasco. Pacto preciso La formación que encabeza Redondo pretende ofrecer un plan de empleo con propuestas "concretas y claras" que según transcurra la legislatura se vayan cumpliendo. Al estilo de la negociación para conformar el gobierno del Ayuntamiento de Bilbao, los socialista pretender sellar un pacto no meramente enunciativo, sino que recoja con "absoluta precisión en términos de inversiones presupuestarias para cada capítulo negociado". Junto a ello, aboga por clarificar el modelo de país y que se acabe con la indefinición de los nacionalistas sobre esta cuestión. "Hay que dejar claro a los electores quienes defendemos el Estatuto y quienes defienden otro tipo de proyectos autodeterministas al margen del actual marco jurídico político", indicaron fuentes del equipo de campaña de Redondo. El pacto cultural que defenderán consiste en abrirse a los sectores creativos que no utilizan el euskera. "Hay un montón de buenos creadores que no utilizan el euskera y a los que no se les está apoyando, quedando de esta manera relegados ". La intención de la dirección socialista es ultimar en julio un programa que, según sus intenciones, tendría aportaciones de colectivos sociales como ecologistas, intelectuales y artistas. El equipo de campaña piensa en una especie de contrato social con todos estos grupos, que posteriormente pudiera ser exigido, una vez que los socialistas estén instalados en el Ejecutivo vasco. La elaboración de las listas también estaría muy avanzada para el verano con la pretensión de aprobarlas en septiembre, al igual que el programa electoral, que será aprobado en un comité nacional en las primera semanas de septiembre. Como han afirmado desde los resultados de las primarias, la consejera de Comercio, Consumo y Turismo, Rosa Díez, tendrá un "papel relevante, como le corresponde" aunque todavía no se ha determinado. El PSE-EE trabaja con la hipótesis de ser el eje de las coaliciones del próximo Gobierno vasco si, como señalan sus propias encuestas, pasa de 13 a 16 o 17 parlamentarios. Con todo, reconocen que este planteamiento pasaría por formar un Ejecutivo sin el PNV, conscientes de que su papel de moderación del nacionalismo ha perdido eficacia y validez. A su juicio, es necesario que el electorado "visualice" la alternancia en el poder, después de 20 años de hegemonía del PNV. La clave del futuro color del Ejecutivo autónomo está en Álava, donde el menor número de votos por escaño y la bajada, según los sondeos, de Unidad Alavesa, ponen en juego un montón de votos que pueden propiciar el avance electoral de partidos como el PP o el PSE.
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