Presos de Navalcarnero dormirán en residencias si aprenden un oficio

Demostrar voluntad de reinserción social, estar fuera de las drogas y disfrutar del tercer grado penitenciario. Alrededor de 120 reclusos de la prisión de Navalcarnero (12.000 habitantes) que cumplen con estos tres requisitos podrán beneficiarse de un programa de formación que les permitirá aprender un oficio y dormir fuera de la cárcel. Auspiciado por el Plan Nacional sobre Drogas, la Agencia Antidroga de Madrid y la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (Unat), este programa se desarrollará sólo con reclusos que no estén condenados por delitos de sangre ni sexuales. Los beneficiarios estudiarán diseño gráfico, jardinería, técnicas de imprenta y electricidad dentro del centro penitenciario. Después realizarán prácticas en pisos tutelados por la Unat, aunque no hayan concluido su condena.