El candidato pide al partido "todos los medios" para dirigirse a los electores

El acuerdo con Joaquín Almunia no ha disipado la inquietud de José Borrell por el reparto de poderes en el PSOE. El candidato socialista expresó ayer en Barcelona su interés por poner en marcha cuanto antes la Oficina del Candidato. Borrell se declaró "un poco angustiado" por ello y apremió al partido a que ponga a su disposición con la máxima urgencia "todos los medios humanos y materiales" necesarios para poder comunicarse con la sociedad. No tiene tanta prisa Borrell para reestructurar la dirección del grupo parlamentario, en el que no hará cambios antes del debate sobre el estado de la nación, del 12 al 14 de mayo.

José Borrell se lamentó de que después de haber ganado las primarias socialistas se encuentra más desasistido de medios humanos y materiales que durante la campaña. El pequeño equipo de que disponía entonces ha sido disuelto, así que ahora sólo cuenta con su fiel colaboradora Isabel de Lluís y una secretaria cedida por el PSC. Borrell tampoco puede usar ya el despacho que el PSOE había puesto a su disposición durante la campaña. Centenares de cartas, fax y telegramas de felicitación se amontonan en tres grandes cajas a la espera de respuesta.El nuevo líder socialista considera urgente e imprescindible poner en marcha la Oficina del Candidato. Así lo expresó en declaraciones a los periodistas después de asistir a un almuerzo popular organizado por la UGT en el puerto de Barcelona para festejar el Primero de Mayo. "No se puede esperar más tiempo. Cada día que pasa perdemos un tiempo vital", dijo. "El candidato tiene que hacer de candidato y para ello tiene que disponer de los medios necesarios. Yo ahora me siento un poco angustiado porque no puedo contestar a la gente que intenta comunicarse conmigo".

Estas palabras reflejaban la inquietud del candidato socialista respecto a la formulación definitiva y el ritmo de aplicación del principio de acuerdo que alcanzó la madrugada del jueves con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, sobre la redistribución de poderes y competencias en el seno del partido. En esta misma línea, Borrell aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje dirigido al epicentro del aparato del PSOE: "Ningún obstáculo orgánico debe dificultar la comunicación [del candidato] con la sociedad, ni la actividad parlamentaria, ni la elaboración del programa socialista. En la estructura del partido todo debe estar al servicio del objetivo de ganar las próximas elecciones".

Igual que había hecho pocas horas antes en Madrid, donde acompañó a los líderes de los sindicatos CCOO y UGT en la cabecera de la manifestación del Primero de Mayo, Borrell hizo hincapié en Barcelona en que el partido no debe permitir que ningún problema interno pueda echar a perder el "enorme capital político y la gran simpatía ciudadana" que ha acumulado el PSOE a raíz de la celebración de las elecciones primarias.

"Es esencial que nada venga a distorsionar ahora un proceso que nos ha colocado en esta rampa de lanzamiento tan positiva", indicó.

El candidato conjuraba así el fantasma de un congreso extraordinario, que en los últimos días había vagado por las estancias del PSOE y que parece haber sido encadenado de nuevo por el principio de acuerdo alcanzado entre Almunia y Borrell. A juicio de este último, sería "inútil" pedir a los militantes socialistas que hablasen de nuevo. "Ya hablaron en el congreso y también han hablado ahora en las primarias", dijo. "Sería absurdo pedirles que se pronunciasen otra vez sobre la estructura del partido, como si fuese una segunda vuelta de las primarias".

José Borrell descartó hacer más cambios en el grupo parlamentario socialista antes del debate sobre el estado de la nación, que se celebrará del 12 al 14 de mayo. Borrell, que será el protagonista del PSOE en ese lance parlamentario frente al presidente del Gobierno, José María Aznar, necesita tiempo para preparar su intervención. Por esta razón aplazará la reestructuración de la dirección del grupo socialista hasta después de esta sesión parlamentaria anual. "No se cambia de caballo mientras se está cruzando el río", manifestó.