Las predicciones de Lemmy
No acertó Lemmy, rudo vocalista de la banda británica Motörhead, en una de las sentencias con la que inició la conferencia de prensa minutos antes de subirse ayer al escenario grande del Festimad: «Mola, ha salido el sol, va a ser una tarde perfecta». ¡Claro!, apenas habían dado las cinco de la tarde. Sólo que un par de horas después, justo cuando la espectacular Poison Ivy, y su compañero en los míticos The Cramps, Lux Interior, se sometían, en el mismo lugar que Lemmy, a la batería de preguntas de los periodistas, comenzó a caer un tremendo aguacero que hizo temer lo peor.En lo demás, Lemmy sí estuvo sembrado. Se deshizo en elogios hacia España: «Este año es mi país, me encanta». A sus 51 años, alto, guapo y esbelto como un chaval, Lemmy anda de luna de miel con España. Hace pocos meses vino de promoción con Snake bite love, el último disco de Motörhead, y constató la cálida acogida que siempre se le ha profesado por una banda tan energética y rigurosa. Y está encantando también con su disco. Lo dijo ayer: «Es el mejor disco de mi vida porque lo grabamos siempre con resaca o directamente borrachos».
Aun así, la mala vida por la que se supone que ha pasado y de la que hace gala con frases así, no parece que todavía se haya cobrado su factura. «Motörhead es mi vida, también será mi muerte», afirmó.
Cómic
Más expectación despertó la presencia del tándem Ivy-Interior, núcleo principal y glamouroso de The Cramps. Son un cómic viviente. Y no son unos críos. Ella, pintada como una puerta, un espectacular pantalón cortito de plástico negro adornado de lenguas de fuego, medias caladas y sugerente top. Él, ceñido en licra negra, cinturón con balas y unas gafas con una holografía de ojos estáticos sobre el cristal. «Nos gustaría cobrar royalties de todas las bandas a las que hemos influido y ahora tienen éxito. Bueno, en realidad las que más nos gustan y que se parecen a nosotros son también muy underground, y no venden mucho».Emocionados cuando se les dijo que eran la pareja más sexy del rock and roll, declararon: «Absolutamente, y seguiremos así toda la eternidad». No obstante, lo suyo nunca ha sido el romanticismo, por lo que para que no resultara su declaración empalagosa, sentenciaron severos: «No queremos tener niños, nos da miedo que se hagan más grandes que nosotros. O puede que nos los comiéramos».
La lluvia interrumpió su rueda de prensa. Amparados en un cartel del Festimad la pareja tuvo que recluirse en su camerino. A partir de ahí todo fue un barrizal. Las predicciones de Lemmy, como todo hombre del tiempo, habían resultado falsas.
(La Cruz Roja atendió durante la jornada de ayer a 96 personas, informa Susana Moreno. La mayoría de los incidentes se produjo por caídas, torceduras y esguinces, debido al estado del suelo por la lluvia, y el resto fueron atendidos por ingesta de alcohol. Hubo siete traslados al hospital).
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