La Fiscalía Antidroga investiga las cuentas de los sospechosos de narcotráfico en La Rosilla

La Fiscalía Antidroga se ha sumado a la lucha contra el narcotráfico en el poblado marginal de La Rosilla (Vallecas Villa). El ministerio público está investigando las cuentas y patrimonios de los residentes de este poblado de realojamiento sobre los que pesan sospechas policiales de narcotráfico. Esta iniciativa se inscribe en del denominado Plan Integral de Lucha contra la Droga, un operativo impulsado en julio pasado por la Delegación del Gobierno de Madrid que ha centrado últimamente su acción en la represión del intenso menudeo de heroína y cocaína en el poblado. En esta tarea, según fuentes del operativo, la policía ha encontrado numerosos escollos a la hora de efectuar registros y obtener pruebas incriminatorias. Para salvar esta dificultad, la Delegación del Gobierno solicitó el apoyo de la fiscalía, cuyas facultades (por ejemplo, tiene autorización para controlar cuentas bancarias) le permitirían desarrollar investigaciones más afinadas.En este contexto, las pesquisas policiales se dirigen a comprobar si los sospechosos han blanqueado el dinero obtenido por la venta de droga y han invertido en bienes. En un primer paso, la policía investiga los registros públicos de la propiedad y, en caso de descubrir que el patrimonio es superior al declarado para ocupar un prefabricado (los 700 habitantes de La Rosilla son realojados de chabolas), informa al Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal, que inicia el expediente de desalojo de la vivienda social (hasta la fecha se han desalojado cuatro casas y se ha abierto cinco expedientes por la venta de la vivienda a traficantes de droga). En un paso ulterior, la policía facilita sus datos a la fiscalía, para que ésta prosiga por sus medios la investigación hasta determinar si el realojado sospechoso ha cometido delito.

El pasado martes, el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, afirmó que en La Rosilla algunas familias de traficantes de drogas llegaban a ganar hasta 500 millones de pesetas al año.