Se estrena en Messina el "Proyecto Stravinski" de Roberto Zappalà

El ente lírico que administra el teatro Vittorio Emanuele, sede de la Ópera de Messina, estrenó el pasado sábado el Proyecto Stravinski , con la reposición de la compañía florentina de Virgilio Sieni del Apollo Musageta y el Balletto di Sicilia, que ofreció dos estrenos mundiales: Concerto in re y Pulcinella, ambos con coreografía y diseños de Roberto Zappalà y acompañados por la orquesta de cámara Ars Musica, dirigida por Maurizio Salemi. Estas tres obras de Stravinski se vieron ampliamente renovadas desde su raíz.

Roberto Zappalà (Catania 1961) acumula en su estilo la experiencia de haber trabajado en varias importantes compañías de ballet europeas. Así, Concerto in re construye sobre la breve pero intensa partitura un discurso rupturista que habla con dureza de la marginalidad, del ligue nocturno y de la zona más oscura y arriesgada de los garitos gay de una gran ciudad. El resultado es cruel y la articulación en lo estético queda algo tamizada por una muy cromática presentación de la moda acid y house . Los cuatro bailarines, dos hombres y dos mujeres, lucen una articulación esmerada y un movimiento de tendencia actual. La velada la cerró Pulcinella en una versión liberada de los tópicos napolitanos pero que sin embargo conviene en esencia la profundidad dramática y hasta trágica de este personaje tradicional, verdadero icono del teatro italiano desde hace cinco siglos.

Pulcinella completa un tríptico sobre los anhelos y circunstancias de la vida en pareja. Este Proyecto Stravinski comenzó el año pasado con Las bodas y acaba con este desgarrado alegato en el que finalmente se impone la voluntad amatoria y de soledad que persigue al protagonista como una sombra aciaga. Siete bailarines clónicos aparecen en un espacio geométrico casi de proyección futurista donde al poco tiempo de comenzado el ballet se ofrece un filme de realidad virtual en el que aparecen reelaborados por la alta tecnología infográfica los propios bailarines buscándose desesperadamente bajo las arcadas imaginarias de un teatro del siglo XVIII ya desaparecido.

Impactante

El resultado es espléndido en lo artístico, impactante, y el vocabulario es altamente técnico, exacto y matemático, pulido en todas sus aristas para finalmente distinguir de la masa al propio Pulcinella que recita una jerigonza que es al mismo tiempo una declaración de principios amantes. Por su parte, Virgilio Sieni no ha podido despegarse de su formación de arquitecto y ésta está presente hasta en la maqueta de un templo griego que los artistas hacen viajar de mano en mano por el escenario. Sieni, en su Apollo , acude a una estatuaria geometrizante de inspiración neoclásica donde podría hablarse de neoconstructivismo, expresado en las líneas y en la profusión de diagonales que provoca un baile terrenal y de pulsión al suelo. Apollo aparece como sacrificio y rito individual de muerte; el ambiente es escéptico y tan frío que distancia al espectador y le lleva hacia un renovado túnel mitológico.

La orquesta, dirigida por Maurizio Salemi, ofreció esmeradas versiones de estas tres difíciles partituras de Stravinski. Roberto Zappalà, empeñado en la renovación del ballet en la región, hará viajar este Proyecto Stravinski por toda Italia y Europa, España incluida, a partir del próximo verano.