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EL NACIMIENTO DEL EURO

La Comisión pide equilibrio entre bancos y consumidores

Incertidumbre sobre el cobro de comisiones bancarias durante la fase de transición

Xavier Vidal-Folch

¿Podrán los bancos cobrar comisiones en la etapa de transición, entre los años 1999 y la mitad del año 2002, en que desaparecerán las monedas nacionales? Las normas aprobadas hasta ahora ni lo autorizan ni lo prohíben expresamente.La Comisión Europea espera que la cumbre del próximo fin de semana respalde su propuesta, a medio camino entre el rigor y la flexibilidad, entre las apetencias de las entidades financieras y las de sus clientes.

Y aspira a que los agentes económicos -empresas y consumidores- la apliquen de forma concertada, sin necesidad de imponerla como norma vinculante. Aunque ha advertido que, en ausencia de consenso, utilizará su capacidad normativa.

¿En qué consiste la fórmula? Bruselas confía sobre todo en que la competencia entre entidades financieras resuelva el problema de las comisiones, eliminándolas en su mayoría. Recomienda que no cobren para la conversión de haberes en cuenta que pasan de peseta a euro; para los pagos en la misma dirección; ni para el cambio de «cantidades razonables» a euros, y presiona a la banca para que sea transparente y explicite con anuncios públicos qué considera «cantidades razonables».

Conversiones

Pero le autoriza cobrar comisiones para las conversiones de haberes de euro a peseta o para el cambio de pesetas a marcos o florines o a la inversa, mientras existan las monedas nacionales.Esas recomendaciones sirven para la última fase del periodo de transición, de un semestre, en el que circularán tanto las monedas nacionales como el euro: a su término -el 1 de julio del 2002 como máximo, pues el plazo puede abreviarse-, pero no desde ese momento, porque entonces las monedas nacionales dejarán de existir.

Y hasta entonces tienen en cuenta el principio de la equivalencia legal entre el euro y la unidad monetaria nacional: éste se vería comprometido si la banca cobrase una comisión superior por un servicio prestado en euros que por el mismo servicio denominado en pesetas.

En cuanto a la doble contabilidad o doble etiquetado -en pesetas y euros- en comercios y otras empresas desde el año 1999 (mucho antes de que circulen billetes y monedas en euros), la Comisión Europea pretende al mismo tiempo no aumentar sus costes informático-administrativos y familiarizar a los consumidores con la nueva moneda. Aconseja la doble denominación de extractos bancarios y contratos de seguros desde el 1 de enero de 1999 y una cadencia más reposada para el doble etiquetado en los comercios.

Además de pedir el apoyo político a los Quince para esas fórmulas (que, en su caso, puede imponer autónomamente), el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy, reclamará de los Gobiernos en la cumbre que autoricen a los comerciantes la posibilidad de presentar su contabilidad y sus declaraciones fiscales y sociales denominadas en euros desde el inicio del lanzamiento de la moneda única, el 1 de enero de 1999.

Apoyo político

Algunas empresas de servicios, como France Télécom, ya han anunciado que ése es su propósito. Asimismo pretende que las Haciendas nacionales posibiliten a sus ciudadanos el pago de sus impuestos y tasas en euros.También depende de las autoridades de los Estados miembros la creación de laboratorios de observación para evaluar los problemas prácticos que pueda suscitar a los ciudadanos la implantación de la moneda única por fascículos. El Ministerio de Economía y Hacienda español ya lo tiene previsto. [También los bancos españoles comienzan a adecuar sus métodos de funcionamiento a la nueva moneda].

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