González reta a Cascos y a Ramírez para que digan si hubo contactos con Amedo en 1997

Felipe González, ex presidente del Gobierno, retó ayer al vicepresidente primero del Ejecutivo, Francisco Alvarez Cascos y al director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, para que aclaren si hubo contactos con el ex policía José Amedo en 1997 sobre las supuestas promesas de indulto que el primero le hizo en 1994 para cuando el Partido Popular llegase al poder. El 11 de mayo del 97, en conversación telefónica, el director de El Mundo reiteró al ex policía Amedo las condiciones del vicepresidente primero del Gobierno para las medidas de gracia. Felipe González, el jueves por la noche, en el mitín del cierre de campaña de las primarias del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aseguró que Álvarez Cascos y Ramírez "volvieron a repetir la misma faena de diciembre de l994". Todos los periodistas que asistían al acto entendieron que se refería a otra reunión como la de diciembre. La afirmación textual de González, refiriéndose a lo que califica como conspiración contra él y su partido por el asunto GAL, fue la siguiente: "Siendo vicepresidente del Gobierno [Alvarez Cascos] -que como dicen que soy muy misterioso, él sabe que el 11 de mayo de 1997, es decir, un año después de llegar a la presidencia del Gobierno- volvieron a repetir la misma faena de diciembre del 94. Él, con su encargado, su compinche, su cómplice, don Pedro José Ramírez".

Los informadores dieron por hecho que se desvelaba una nueva reunión como la que Álvarez Cascos y el abogado de Amedo, Jorge Manrique, mantuvieron en diciembre de 1994, en el despacho de Ramírez y en la que, según los socialistas, Alvarez Cascos prometió el indulto a Amedo y su compañero, Michel Domínguez, para cuando llegaran al Gobierno si aceptaba cambiar sus declaraciones judiciales e implicar a dirigentes socialistas. El tono críptico que últimamente utiliza González para referirse a estos asuntos dio lugar a una dura confrontación de éste con Álvarez Cascos y el Gobierno del PP. Ayer, Ramírez, Álvarez Cascos y el portavoz del Gobierno, Miguel Angel Rodríguez, negaron que la reunión de 1997 se hubiese celebrado y González declaró que el sólo es responsable "de las comillas", es decir, de lo que dijo textualmente y "no de los titulares".

El 24 de noviembre pasado, la revista El Siglo publicó la transcripción de una supuesta conversación entre Ámedo y Ramírez, en la que aquel mostraba su preocupación porque no se cumplían las promesas de Álvarez Cascos y Ramírez le advertía que "sólo hay un camino, el camino recto" y que "si se sigue el buen camino,. todo puede ser".

González -informa Anabel Diez -,puso ayer nombres propios a los implicados en el contacto del pasado 11 de mayo de 1997 y, aunque la, situación difiere sensiblemente de la que expuso la noche anterior, también indujo a confusión. De hecho, los informadores que lo escucharon ayer entendieron que se refería a una reunión entre Amedo y Ramírez. Sin embargo, de sus pala bras retadoras hacia Ramírez para que demuestre que no le dijo a Amedo que siguiese "por el camino recto", todo indica que González se refiere a la conversación telefónica entre ambos personajes del 11 de mayo de 1997 de la que informó El Siglo.

El ex presidente del Gobierno pide públicamente a Álvarez Cascos que diga si Ramírez actuó por su cuenta o iba en nombre "del número dos" del Gobierno. "El vicepresidente tiene esta oportunidad, sólo por esta vez, de desligarse de esa operación e incluso conseguir que se rompa el sindicato y así el Gobierno alcance su autonomía".

Los del convento

Ayer por la mañana, Ramírez, acogiédose a la d general de las palabras de Gónzalez sobre una supuesta reunión entre los tres, lanzó contra éste los más duros dicterios a través de la cadena Cope: "Yo digo públicamente: esto es mentira, esto no es verdad, esto no ha sucedido y por tanto le estoy llamando falsario, le estoy llamando manipulador, estoy llamándole demagogo, tergiversador, mentiroso a Felipe González". Explicó que él quedaría como un mentiroso si González demuestra que esa supuesta segunda reunión hubiese existido. En ese caso, concluyó: "Yo tendría que retirarme a un convento".

En ese momento, el locutor de la Cope Antonio Herrero apostilló: "Hombre, tampoco tienen la culpa los del convento ...".

Álvarez Cascos, antes de emprender viaje a Estados Unidos, declaró en el aeropuerto de Madrid-Barajas que "lo menos significativo es que, de nuevo, el señor González recurra a la patraña comprometiendo su palabra con el relato de hechos falsos, porque González, a lo largo de los años, se ha acreditado por su falta total de palabra"."No es una novedad", sentenció Álvarez Cascos, "que González es poco respetuoso con la verdad".