Expuesta en Bilbao una breve, pero "exhaustiva" antología de la obra del pintor Fernando Zóbel
Doce años después de la muerte del pintor español Fernando Zóbel, una exposición reúne en Bilbao una breve y, no obstante, exhaustiva antología del promotor de la creación del Museo de Arte Contemporáneo de Cuenca. Colaborador de Zóbel y comisario de la muestra, Rafael Pérez-Madero afirmó ayer en la inauguración que los 21 cuadros expuestos "permiten seguir casi paso a paso la progresión de su pintura". Gorka Martínez, presidente de la Fundación BBK, organizadora de la exhibición, recordó que la "ausencia" de Zóbel en Bilbao ha durado 20 años.
Pérez Madero, quien colaboró con Zóbel durante 17 años, destacó la fuerte influencia que la formación académica ha tenido en la pintura del artista, nacido en Filipinas en 1924 y fallecido en Roma en 1984. Afirmó que aunque cabe encuadrar a Zóbel como "pintor abstracto", la técnica, los procedimientos y los materiales que utilizó durante su carrera llevaron a este impulsor del arte contemporáneo español de la posguerra a "concebir y realizar sus obras de una manera clásica". El sobrino del pintor, Alejandro Padilla Zóbel, asistió a la presentación de la exposición. La muestra que será exhibida hasta el próximo 21 de mayo en la sala de exposiciones de la Bilbao Bizkaia Kutxa constituye un recorrido cronológico por la obra del artista. A la hora de seleccionar los cuadros, Pérez-Madero se guió por varios criterios: reflejar la progresión de Zóbel, tratando de ofrecer una visión general de su obra, así como intentar ilustrar buena parte de las técnicas y los diversos temas abordados durante su carrera, a menudo en forma de series. El comisario destacó la progresión que muestran las obras, desde las primeras en las que los trazos recuerdan la pasión de Zóbel por la caligrafía china, hasta las últimas, que revelan "una enorme soltura y donde el color cobra protagonismo". En medio está la etapa en la que el contraste entre colores es prácticamente inexistente. Las series Las orillas o El Júcar son algunas de las representadas en esta muestra. Otra de las modalidades de trabajo de Zóbel se centró en realizar sus propias versiones de obras clásicas basadas en el estudio y análisis de aquéllas. Es el caso de El sueño de la doncella, basado en el lienzo del mismo nombre del renacentista Lorenzo Lotto. La pintura que cuelga en la sala BBK pertenece al Museo de Bellas Artes de Bilbao y existe otra versión en el Fogg Museum de la Universidad de Harvard, donde Zóbel estudió Filosofía y Letras. El recorrido por las 21 pinturas concluye con la que de hecho es la última obra pintada por Zóbel, Oscuro veneciano. La muerte del autor dejó inacabada esta serie, que dedicó a elaborar sus propias interpretaciones de las creaciones de pintores venecianos. "Muy ensayados" Una vitrina con varios bocetos y cuadernos de apuntes que pertenecieron al pintor complementa los lienzos. El comisario reconoció que, prácticamente, la selección realizada para exponer en Bilbao prescinde del "taller", todo el proceso anterior a la plasmación del óleo sobre el lienzo, toda la parte donde queda claro el poso de esa formación y visión academicista. El propio Zóbel reconoció en su día: "Mis cuadros pueden parecer sencillos de realización (...) porque están muy ensayados. Pueden parecer frescos y espontáneos porque son todo lo contrario". Esta antología acoge obras pertenecientes a la familia Padilla Zóbel, a la Fundación March, la Fundación AENA y al Museo de Bellas Artes, entre otros. El colaborador del pintor aseguró que la inmensa mayoría de su obra pertenece a coleccionistas privados. Como insistió el presidente de la Fundación BBK, Zóbel ha estado dos décadas "ausente" de las salas bilbaínas. El comisario de esta exposición recordó que fue en 1967 cuando la sala, hoy desaparecida, Grises le acogió varias de sus obras en una exposición. Pérez-Madero dejo patente que en esta ocasión le hubiera gustado haber hecho una selección más amplia de las obras de su maestro. Aseguró que las escasas "dimensiones de la sala sólo nos han permitido traer una veintena de cuadros". La Fundación March organizó hace más de una década una retrospectiva dedicada a Zóbel. Durante los años 1984, 1985 y 1986 esta exhibición recorrió museos y salas públicas de diez ciudades españolas. Dos de éstas fueron Sevilla y Cuenca, donde vivió.
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