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Justicia advierte a los jueces que no pueden vivir fuera de la realidad social

El Departamento de Justicia considera que un sector de la judicatura de Barcelona vive al margen de la realidad social cuando se muestra contrario a fomentar el catalán en el ámbito judicial. Por ese motivo, Justicia entiende que esos sectores conservadores "deberían pensar que no es lo mismo ejercer aquí que en Segovia" y advirtió ayer que las críticas no harán cambiar sus planteamientos. El departamento recordó que no se debe a los jueces, sino al Parlament, que aprobó por amplia mayoría la Ley de Política Lingüística, por cuyo cumplimiento velará.

Las declaraciones del juez decano de Barcelona, Joaquim Bayo, que exigió que la Generalitat evite la política de "hechos consumados" y pacte con los jueces cualquier medida para impulsar el catalán, causaron sorpresa en la Administración autonómica, que en un primer momento se había negado a polemizar. Ayer, sin embargo, el director general de Relaciones con la Administración de Justicia, Jaume Amat, replicó tras conversar durante más de una hora con el juez decano, hacia el que mostró su aprecio. Amat aseguró a este diario: "Existe un sector de jueces de Barcelona que ejercen aquí como si estuviesen en Segovia, y aunque para aplicar la ley no hay diferencias, está claro que la realidad social es otra". Por eso, les pidió "que muestren un talante diferente y que no ignoren la realidad que les rodea", pese a que reconoce que "no tienen ningún arraigo en Cataluña". Una reflexión similar a ésa fue realizada hace unos días por el presidente del Tribunal Superior de Justicia Cataluña (TSJC), Guillem Vidal, cuando pidió a los jueces que se integren en la sociedad y les advirtió que el catalán es un elemento cultural enriquecedor y no de confrontación (véase EL PAÍS del 9 de abril). El director general dijo no entender por qué las carpetillas que reciben los juzgados pueden molestar a los magistrados por estar escritas en catalán y recordó que en los más de dos años transcurridos desde que se empezaron a repartir por toda Cataluña, incluidas las fiscalías, jamás se ha recibido ninguna queja. Jaume Amat afirmó que hace seis meses ya le explicó al juez decano, sin que éste pusiera ninguna pega, cómo serían las carpetillas, y que le ofreció la posibilidad de entregarlas en castellano para los casos en los que el asunto iba a ir a parar fuera de Cataluña. Cambiar el paisaje Amat defendió la política de la Generalitat para ir introduciendo el catalán en la justicia y aseguró: "Es necesario cambiar el paisaje actual para que un ciudadano no crea que está fuera de Cataluña cuando entra en un juzgado". Por eso, aseguró que, pese a las críticas, los rótulos de los juzgados acabarán estando redactados únicamente en catalán, y los impresos que se ofrecen al ciudadano, en catalán y castellano. "Se trata de velar para que se cumpla una ley aprobada por el Parlament, que es a al que se debe el Departamento de Justicia, y para eso utilizaremos los medios necesarios", precisó Amat.

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