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Flores y tomateras para una ciudad

En Granada, como en Florencia o Marrakech, el jardín y la vegetación son parte del paisaje, tan imprescindible como edificios y monumentos. Por eso, las instituciones granadinas han decidido recuperar la tradición y acudir a expertos de la Universidad para que resuciten los viejos jardines de la ciudad. El del Carmen de los Mártires y el Botánico han sido los primeros. "El jardín en Granada es importantísimo y la gente no tiende a darle el valor que posee", afirma uno de los integrantes del grupo de expertos de la Universidad, José Titos, conservador del Jardín Botánico de Granada, un lugar de más de 150 años de existencia enclavado junto a la Facultad de Derecho y que fue recuperado el pasado año. "No se trata de un problema tanto de las instituciones como de concienciación de los ciudadanos". "En Granada", añade Titos, "es asombroso el mal estado en que se encontraban los jardines históricos". Tan es así, que mucha gente aún desconoce que puede visitar a diario el Jardín Botánico o disfrutar con el jardín botánico de Sierra Nevada, situado a 2.400 metros de altitud y que sólo puede contemplarse en verano porque en invierno está hundido bajo la nieve. El grupo de expertos universitarios ha lanzado ya la propuesta de convertir el segundo jardín histórico rehabilitado por ellos, y en el que invirtieron más de cuatro años de trabajo, el del Carmen de los Mártires, en un gigantesco jardín botánico especializado en el estudio de los jardines mediterráneos. "Nosotros hemos abogado siempre por la creación de una Escuela de Jardinería en la Alhambra, dedicada a formar buenos jardineros, y a orientar a estudiantes de carreras superiores, como Arquitectura, Botánica o Historia del Arte", explica Titos. ¿Conserva la Alhambra los jardines actuales tal y como eran en la antigüedad? "Lo más islámico que hay en la Alhambra son las huertas del Generalife: ese paisaje sí es auténtico, donde se mezclaba la vegetación ornamental con las hortalizas". Titos pone un ejemplo: "Una vez, en Marruecos descubrí como un hombre humilde tenía a la puerta de su casa una pequeña huerta con un naranjo, un tomate y un rosal. Eso, en nuestra mentalidad, resultaría inconcebible. Pero es ese hermoso equilibrio el que existe en la Alhambra".

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