La inmigración y la lucha contra el terrorismo, ejes del Foro Mediterraneo

La cooperación en campos tan distintos como la lucha antiterrorista, la inmigración o el desarrollo económico centran los trabajos del V Foro Mediterráneo, que agrupa a 11 países de las dos orillas la frontera sur de Europa reunidos desde ayer en Palma de Mallorca. El ministro de Exteriores, Abel Matutes, abrió las sesiones de trabajo con un discurso en el que reconoció la necesidad de recuperar el espíritu de la Conferencia de Barcelona de 1995 para establecer "una asociación euromediterránea auténtica, efectiva y multidimensional" como soporte de la seguridad en la región. El gran obtáculo, aunque no el único, sigue siendo el conflicto de Oriente Próximo, que distorsiona el diálogo entre los países árabes y la Unión Europea (UE). España, Francia e Italia, por la orilla norte, y Argelia, Egipto y Túnez por la orilla sur, son los principales interlocutores del Foro, cuyas conclusiones se suelen trasladar después al marco más amplio de las conferencias euromediterráneas. A este diálogo puede sumarse Libia.

Matutes reconoció el estancamiento del proceso de Barcelona -la Conferencia de Malta del pasado año se saldó con un sonoro fracaso por la pretensión de la presidencia holandesa de abordar el conflicto de Oriente Próximo- y recalcó la necesidad de relanzar el diálogo. Se refirió expresamente al fenómeno de la globalización y de la mundialización.

La reunión del Foro, que concluirá hoy con la aprobación, por consenso, de una declaración, ya cocinada, y una conferencia de prensa conjunta, mantiene una agenda flexible. Hay progreso en temas como la cooperación en los campos de la lucha anti-terrorista -un asunto que preocupa en las dos orillas del Mediterráneo- y el de la inmigración, que es percibido de forma distintinta desde el norte y el sur.