Italia aprueba un borrador de presupuestos para asegurar el euro
El Gobierno italiano presidido por la coalición del Olivo aprobó ayer el Documento de Programación Económica y Financiera 1999-2001 (DPEF), con el que estima situar el déficit por debajo del 2,6%, la creación de 600.000 nuevos puestos de trabajo, a razón de un crecimiento de la ocupación del 1% anual; e iniciar una disminución sostenida de la deuda pública del 3% anual, del 121,6% del PIB en 1997, con vistas a que se sitúe en el 100% del PIB a partir del año 2000. El documento presupuestario, por un total de 1,2 billones de pesetas, no ha podido ser aprobado en el Parlamento, tal y como había sido sugerido por Bruselas, pero cuenta con el apoyo de la mayoría que sostiene al Gobierno y ha sido consensuado con los tres principales sindicatos.
El borrador prevé una ligera disminución de impuestos, sobre todo por efecto de la devolución del 60% de la denominada "eurotasa" pagada en su día por los ciudadanos italianos. El crecimiento de la economía nacional se situará, según las previsiones del Gobierno, en torno al 2,7% en 1999 y del 2,9% para los años 2000 y 2001.
Los fondos del presupuesto italiano proceden básicamente de una reducción notable en los gastos del Estado, gracias en parte, a la reciente adopción de medidas como ricómetro y sanitómetro que prevén una mejor distribución de los costes de Sanidad y un mejor reparto de los beneficios del Estado de bienestar. Otra fuente de financiación extra son los 350.000 millones de pesetas que el Gobierno espera obtener de ingresos fiscales nuevos, procedentes en su mayoría de la salida a la superficie de la economía sumergida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.