Mendiluce critica en su último libro la "comodidad" de los intelectuales de hoy

Tercer ensayo en apenas tres años, José María Mendiluce (Madrid, 1951) cierra con Tiempo de rebeldes (Planeta) su reflexión sobre este fin de siglo sacudido por los conflictos y teñido de perplejidades. Ha tomado prestada una cita de Albert Camus para titular el libro. Decía el escritor francés en Moral y política: "Ya que no vivimos tiempos revolucionarios, aprendamos al menos a vivir el tiempo de los rebeldes". Con un pie en las instituciones, como diputado europeo en las listas del PSOE, y con otro en la sociedad civil y las organizaciones humanitarias, Mendiluce anuncia que el propósito de su libro ha sido "sacudir el polvo de la apatía".Tras Amor armado y Con rabia y esperanzas, el que fuera durante años dirigente humanitario de la ONU habla de política en Tiempo de rebeldes a partir de un estilo directo y sin concesiones. "El libro está escrito con las vísceras y con la cabeza porque creo que la inteligencia pasa por un equilibrio entre la razón y el corazón", comenta Mendiluce que no ha ahorrado críticas ni para los políticos ni para los intelectuales. "Unos y otros", señala, "necesitan un reciclaje urgente porque desde la caída del muro de Berlín en 1989 y desde guerras como la de Bosnia se han quedado sin ideas y sin análisis. Intelectuales y líderes políticos se han instalado en la comodidad y en el maniqueísmo".

Convertido en un autor de éxito, Mendiluce no cae en el pesimismo y subraya que "el entusiasmo es tan contagioso como el desánimo" para añadir: "El mayor peligro que afrontamos es la renuncia a la ciudadanía. Por eso he planteado mi libro como un llamamiento para que seamos algo más que electores o consumidores. Todos debemos participar, criticar, exigir, aprender..." No en vano el subtítulo de Tiempo de rebeldes reza Ciudadanía y participación, si bien Mendiluce sabe que el compromiso de los jóvenes pasa hoy más por la ecología o la cooperación que por los partidos. Esta convicción explica que el libro incluya textos de Daniel Cohn-Bendit y Joaquín Araujo.