Grandes directores de orquesta rinden homenaje a Stéphane Lissner

, Stéphane Lissner recibe esta temporada un homenaje por su labor durante los últimos diez años en el Chátelet de París, un teatro que ahora se cierra por reformas. El director artístico francés (que dejó hace un año el Teatro Real de Madrid tras una campaña del PP en su contra) es objeto de las alabanzas de los grandes directores de ópera que actuaron en el Chátelet. Entre ellos, Pierre Boulez, Esa-Pekka Salonen, David Robertson, Christoph von Dohnányi, Simon Rattle y Daniel Barenboim.

"Con la presencia de Lissner, el teatro Chátelet está ahora en la cumbre de su fama, y quiero agradecérselo en nombre de la municipalidad parisiense", declaró el alcalde de París, Jean Tibéri, al anunciar el cierre por reforma del teatro a partir del próximo mes de julio (abrirá de nuevo sus puertas en septiembre de 1999, bajo la dirección de Jean-Pierre Brossmann). Para, celebrar esta última temporada, el teatro del Chátelet ha programado a los directores de orquesta mencionados, más Nikolaus Hamoncourt y Lorin Maazel.Entre las cualidades destacadas en el trabajo de Lissner en el Chátelet por los directores de orquesta, se evoca en particular su audacia, su imaginación e intuiciones al elegir una programación variada, original e internacional. En el Teatro Real de Madrid, Lissner se vio forzado a dimitir, el 3 de febrero de 1997, ante "el absoluto torpedeo" a que se vio sometido por el secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, y eI director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Tomás Marco.

El director de orquesta Pierre Boulez no vacila en definir a Lissner como uno de los mejores directores de teatro. Para Boulez, la organización de una temporada debe corresponder a ciertas medidas y las define de la siguiente manera: "Una temporada musical no es la organización de una serie de manifestaciones sin otra necesidad cronológica o de presupuesto, sino más bien con un interés destacado por la creación contemporánea, sabiendo situarla y promoverla; debe conseguir que después de una temporada nos acordemos de los momentos fuertes y deseemos conocer más todavía. Y, por fin, que nuestra apreciación de la música se haya amplificado con descubrimientos, retrospectivas y comparaciones inéditas. Me doy cuenta, después de 10 años de trabajo en el teatro del Chátelet, de que Lissner logró que el público saliera de un espectáculo con esas sensaciones".

Considerado por Christoph von Dohnányi como un hombre con "un espíritu de empresa y un gusto por el riesgo", Lissner, actual responsable del Festival Lírico de Aix-en-Provence y director del teatro Les Bouffes du Nord en París, da una gran importancia a su equipo. Para Esa-Pekka Salonen, el talento de Lissner reside en esa capacidad de componer una plantilla "perfectamente profesional y al mismo tiempo muy agradable"; Simon Rattle insiste en el hecho de que Lissner deja a su equipo capacidad de actuar libremente, y David Robertson afirma que "crea un ambiente propicio a la imaginación y permite que los sueños se vuelvan realidad".

Lissner supo, según Daniel Barenboim, "dar al teatro del Chátelet un perfil inimitable".