Uno de los 219 'horrores execrables'

"La jornada del sábado 19 de este mes fue muy inconstante; sin embargo, el tiempo parecía ser bastante bueno hacia las cinco de la mañana y la cima del Puy-de-Dôme parecía estar bastante despejada, me decidí a ir hasta allí para realizar el experimento". En septiembre de 1648, un grupo de sabios se trasladó hasta la montaña que domina Clermont-Ferrand. Al frente estaba Horin Ferrier, cuñado de Blaise Pascal.Este consejero del Tribunal de Impuestos dirigió una demostración de física que debía invalidar el horror vacui -a la naturaleza le horroriza el vacío-, principio físico universal impuesto siguiendo la doctrina de Aristóteles. La hipótesis de la existencia del vacío estaba proscrita, hasta el punto de que el obispo de París, Etienne Tempier, la incluyó en la lista de los 219 "errores execrables", que estableció en 1277.

Lo que estaba en juego en las cumbres de Auvernia era resolver una profunda discordia que oponía a dos bandos, el de los plenistas frente al de los vacuistas. Unos negaban toda posibilidad de vacío y los otros afirmaban que existía. Por supuesto, Pascal figuraba entre estos últimos.

Arístóteles desarrolló su tesis de un universo lleno, con materia por todas partes, donde el vacío no podía existir. Para él, todo movimiento se debía a la existencia de un lugar material resistente. Por tanto, de existir un espacio vacío, todo movimiento sería imposible. Dado que este medio no ofrecería resistencia a los cuerpos, éstos podrían moverse a una velocidad infinita. Algo inconcebible.

En 1644 entró en escena Torricelli y su experimento con el mercurio en el tubo, en el que obtuvo el vacío, que fue difundido y repetido en los círculos de sabios de Europa. Pascal lo presenció en 1646, y realizó él mismo un gran número de experimentos. "Desde entonces, reflexionando interiormente sobre las consecuencias de estos experimentos, este hecho me ratificó en el pensamiento que siempre tuve de que el vacío no es algo imposible en la naturaleza y que ésta no huía de él con tanto horror como algunos imaginaban", escribió en sus Experimentos nuevos relativos al vacío (1647).