Luis Díez del Corral, académico liberal y europeísta, fallece en Madrid a los 86 años

Luis Díez del Corral, catedrático de Historia de las Ideas y académico de Ciencias Morales y Políticas, de Historia y de Bellas Artes, falleció en Madrid en la madrugada de ayer, según anunciaron ayer sus allegados. Galardonado con el Premio Príncipe de Asturias en 1988, Díez del Corral recibió numerosas distinciones a lo largo de su vida, la última de ellas, el Premio Menéndez Pelayo en 1996. Considerado un liberal humanista, el intelectual desaparecido fue un ferviente europeísta y su obra más conocida es El rapto de Europa, una interpretación histórica de nuestro tiempo.

Carmen Iglesias, discípula de Díez del Corral y directora del Centro de Estudios Constitucionales, elogió ayer la trayectoria del historiador, que recientemente publicó sus obras completas en esta institución. Iglesias señaló ayer que se trata de "la pérdida de un maestro y de un intelectual de primera línea que ha supuesto un ejemplo tanto desde el punto de vista profesional y académico como personal". Los restos de Luis Díez del Corral serán enterrados hoy en Madrid.Al recibir el Premio Menéndez Pelayo hace un par de años, Díez del Corral manifestó: "Me lo habrán concedido porque he tenido cierta honradez, un deseo de conocer muchas cosas, de meterme en todas partes. Nunca me he considerado un erudito, sino más bien un liberal humanista, pero es que me he dedicado mucho a la Universidad y en el tiempo libre que me quedaba escribía cosas y leía mucho".

Formación alemana

Nacido en Logroño en 1911, Díez del Corral estudió Filosofía y Derecho en Madrid y posteriormente se formó en las universidades alemanas de Berlín y de Friburgo. Allí descubrió, como señalaba en las citadas declaraciones, que en alemán era más fácil "leer a Kant que cualquier otra cosa". Tras ganar en 1942, en plena posguerra, el Premio Nacional de Literatura con su obra Mallorca, un recorrido por la historia de la isla, Díez del Corral publicó en 1953 El rapto de Europa, una interpretación histórica de nuestro tiempo, que fue traducida a seis idiomas y se convirtió en su obra más conocida y difundida. "Había muchos pensadores españoles, como Unamuno, que creían que nuestra esencia era extraeuropea. Yo siempre creí lo contrario", dijo Luis Díez del Corral en una entrevista en 1996.La obra intelectual de Díez del Corral, un pensador inquieto y polifacético, abarca temas tan distintos como política, filosofía, viajes, pintura o literatura. Los principales títulos de su producción intelectual son El líberalismo doctrinario (1945), La función del mito clásico en la literatura contemporánea (1957), Velázquez, la Monarquía e Italia (1979) y El pensamiento político de Tocqueville (1989), destacado por muchos especialistas e historiadores como un libro imprescindible para conocer al pensador francés.

El catedrático fallecido defendió siempre su pasión por Velázquez y, de hecho, basó su discurso de ingreso en la Real de Bellas Artes de San Fernando, institución en la que entró el 30 de enero de 1977, con un texto titulado Velázquez, Felipe IV y la Monarquía. "La verdad es que he tenido varias pasiones en mi vida", confesó Díez del Corral al recibir el Premio Menéndez Pelayo, "pero una de las más grandes ha sido Velázquez. Ahora sigo estudiando y estaba leyendo un libro sobre sus contemporáneos y él. Resulta extraordinario cómo resaltan sus cuadros en contraste con los demás".

Trayectoria premiada

Dentro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Díez del Corral ocupó el puesto de director entre los años 1984 y 1990. En esa última fecha le sucedió en el cargo el economista Enrique Fuentes Quintana, mientras Díez del Corral pasó a desempeñar la presidencia de honor de la institución.A partir de la década de los años ochenta, la trayectoria de Díez del Corral fue premiada por organismos diversos, que comprendieron desde instituciones europeas con sede en Luxemburgo hasta la Medalla de Oro de La Rioja, su región natal. En 1980 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de la Sorbona de París y en 1987 fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito Europeo. De todos modos, el galardón más importante que recibió fue el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, que compartió con Luis Sánchez Agesta en el año 1988.