_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La torta

A propósito del anuncio del Gobierno, que parece que va en serio, de cobrarles el 20% del importe de los premios como impuesto a los agraciados por los premios de la lotería, me ha venido a la memoria una historia que me contaron, y yo mismo conté después en alguna parte, hace años.A las niñas de un colegio de monjas de Madrid, con motivo del santo de la madre superiora, les pidieron que llevaran los ingredientes para preparar una tarta que ofrecerle.

El día señalado se presentaron las alumnas con todo lo necesario, leche, huevos, mantequilla, canela en rama, y dedicaron toda la mañana a preparar la tarta con la natural ilusión.

Por la tarde se la ofrecieron a la superiora y leyeron una felicitación escrita en un pergamino. La superiora recibió la tarta y, al dar las gracias a las alumnas, dijo que no estaba bien que ella se quedase con la tarta habiendo por el mundo tantos paganitos por convertir.

Sugirió la superiora rifar la tarta y destinar el importe a las misiones.

Así se hizo, comprando las niñas tiras de números preparadas al afecto con la ilusión de verse agraciadas por la suerte. Pero he aquí que a la niña que le tocó la tarta la llamó una de las madres para decirle: "Hija mía, creo que sería muy edificante y muy bonito que tú ahora hicieses obsequio de la tarta a la madre superiora por su santo".

Esta tarta, como se ve, produjo incontables beneficios materiales y espirituales. Con la lotería, el Gobierno puede lograr algo parecido, pues aquí, como en la historia contada, también aparecen los "paganos". Y es porque la lotería es en sí un impuesto. Se llama precisamente así: impuesto de loterías. Cuando uno compra un décimo, está pagando un impuesto al Estado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Si hacen lo que se proponen habrá una doble imposición. Será la primera vez que se graven los premios de la suerte, incluyendo la pedrea.

Y, como la madre superiora, el Estado se comerá la tarta rifada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_