Patriotismo y comodidad

Impresionado me han dejado las declaraciones de Arturo Pérez-Reverte en la presentación de su capitán Alatriste por tierras argentinas. "Cada uno tiene la lengua que se merece", dice. Más bien la lengua que a uno le tocó en suerte, diría yo. "El español es una lengua extraordinaria", pues según y cómo: el español de Cela y Valle, de Lorca y su admirado -nuestro admirado- Quevedo, de García Márquez y Borges. Pues sí, una lengua extraordinaria y un tesoro a mimar y preservar como se merece, nadie dice lo contrario. Pero, como el ruso de Chéjov, el catalán de Rodoreda, el portugués de Saramago y Eça, el gallego de Manuel Rivas y Cunqueiro, el inglés de Scott Fitzgerald y Shakespeare, ese poetucho y dramaturgo sobrevalorado, según nuestro hombre.Cuando leí tan jugosas declaraciones, tal vez por venir de Argentina, me acordé de una tira de la maravillosa Mafalda. Cuenta el contenido de una redacción que la propia Mafalda tiene que hacer como deberes y que debe estar compuesta sólo de preguntas. ¿Por qué los japoneses aman Japón? Porque nacieron allí. ¿Por qué los italianos aman Italia? Porque nacieron allí. Se titulaba: "Patriotismo y comodidad"

No deberíamos, para ensalzar lo nuestro, denigrar lo de los demás. Pensándolo detenidamente, tal vez lo de los demás, y si hablamos de literatura o arte en general, sea también nuestro. Es mi humilde opinión. Por cierto, La tabla de Flandes, El Club Dumas y La piel del tambor me encantaron. Enhorabuena, Arturo, y muchos años de éxitos.-