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La juez del 'caso Paula Jones' exonera a Bill Clinton de la acusación de acoso sexual

, Bill Clinton se descargó anoche de un gran peso cuando la juez de Arkansas Susan Webber Wright anunció su decisión de dar por cerrado el caso Paula Jones. El presidente de Estados Unidos queda exonerado por completo de la acusación de haber acosado sexualmente a Jones y queda anulado el juicio por este motivo previsto para el próximo 27 de mayo. La primera reacción de Clinton al conocer la noticia en Dakar (Senegal) fue pensar que se trataba de una de las bromas del 1 de abril, el equivalente en los países anglosajones al día de los Inocentes.

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La decisión de la juez, que cogió por sorpresa a las dos partes implicadas y a todo EE UU, marca el principio del fin de los problemas legales y políticos sufridos por Clinton en los últimos meses en relación a sus presuntas aventuras sexuales. El caso Paula Jones era la madre de la catarata de acusaciones de acoso y asalto sexual vertidas contra Clinton y estaba en el origen de la investigación del fiscal independiente Kenneth Starr sobre los presuntos delitos de falso testimonio, incitación al perjurio y obstrucción a la justicia cometidos por el presidente norteamericano a causa de su relación con Monica Lewinsky."Paula Jones no ha conseguido demostrar que tiene argumentos suficientes para presentar su acusación de acoso sexual ante un jurado", escribió la juez federal Wright en el documento de 39 páginas que dio por cerrado el caso. La juez, una republicana nombrada durante la presidencia de George Bush, no se pronunció sobre la verosimilitud del incidente denunciado por Jones, del que dice que puede constituir "conducta ofensiva". Pero añade que la denunciante no tiene ninguna prueba sólida para probar que, con posterioridad a ese incidente, fue represaliada laboralmente. En ausencia de esa represalia, establece la juez, no puede hablarse de acoso.

Jones denunciaba que, el 8 de mayo de 1991, cuando ella era una empleada del Estado de Arkansas, Clinton, entonces gobernador de ese Estado, la hizo subir a la habitación que él ocupaba en un hotel de Little Rock. Allí Clinton se bajó los pantalones y le pidió que le hiciera una felación. Jones añadía que el incidente le provocó trastornos psicológicos y obstaculizó su carrera profesional. La juez Wright no ha encontrado ningún elemento que justifique que Jones sufrió algún tipo de perjuicio o discriminación en su trabajo como empleada del Estado de Arkansas.

La Casa Blanca reaccionó con júbilo manifiesto a la decisión de la juez Wright, que parece marcar el fin de toda una pesadilla. Las cadenas de televisión norteamericanas conectaron de inmediato con Dakar, la capital de Senegal, donde Mike McCurry, el portavoz de Clinton, hizo unas breves declaraciones.

"El presidente", dijo McCurry, "ha conocido la noticia a través de una llamada telefónica de su abogado Robert Bennett. Al principio se creyó que era una de las bromas típicas del 1 de abril. Luego felicitó a Bennett por su trabajo en este caso. El presidente está contento de. que la juez esté de acuerdo con los argumentos de sus abogados. El presidente considera que la decisión de la juez es más elocuente de todo lo que él pueda decir. Está contento por haber recibido la rehabilitación que esperaba desde hacía tiempo".

McCurry añadió que Clinton informó inmediatamente de la noticia a su esposa Hillary y que ambos se fueron luego de compras por Dakar. Los abogados de Paula Jones se declaraban entretanto "conmocionados" e "indignados" e informaban que estudiarán la decisión de la juez para ver si pueden recurrirla.

El Tribunal Supremo de EE UU dio luz verde el pasado año a la tramitación de la denuncia de acoso sexual contra el actual titular de la Casa Blanca presentada por Paula Jones. En enero se supo que el fiscal independiente Kenneth Starr, encargado del caso Whitewater, había abierto una investigación al presidente por la presunta comisión de los delitos de falso testimonio, incitación al perjurio y obstrucción a la justicia. Starr sospecha que Clinton mintió ante los abogados de Jones cuando a preguntas de éstos negó haber sostenido relaciones sexuales con la interna de la Casa Blanca Monica Lewinsky. Y también que presionó a Lewinsky para que negara esa relación en una declaración jurada escrita para los abogados de Jones.

Estos hechos desencadenaron una tormenta política en EE UU, en la que se llegó a mencionar la posibilidad de que Clinton fuera sometido al procedimiento de impeachment o destitución.

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