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Una serie de TV divide a la sociedad

Que la historia está escrita por los vencedores es una frase de sobra conocida, pero en Israel ni siquiera los vencedores se ponen de acuerdo sobre cómo representar su pasado. La televisión estatal israelí está emitiendo Tekuma, una serie documental de 22 episodios para conmemorar el 50º aniversario de la fundación del Estado de Israel que ha enfurecido a muchos israelíes y, aparentemente, ilustrado a otros. La serie cuenta la historia de la fundación del país, tanto desde el punto de vista de los vencidos como del de los vencedores.Al mismo tiempo que aparecen en pantalla los héroes del país, los creadores de la serie han dado voz por primera vez en la historia de la televisión estatal a los inmigrantes marginados, a los ciudadanos árabes que perdieron tanto su tierra como su identidad y a los palestinos que abrazaron el terrorismo para recuperar su territorio. Para algunos espectadores, la serie es un acontecimiento decisivo que muestra a los ciudadanos israelíes su historia desde una perspectiva crítica. Para otros es, sencillamente, una blasfemia.

"¿Tiene que sentarse el sionismo en el banco de los acusados en una serie producida por la televisión pública israelí?", se preguntaba esta semana el ministro de Comunicación, Limor Livnat. "¿Tenemos que producir documentales que asuman las opiniones de los árabes que durante 100 años han clamado que éramos imperialistas, colonialistas e invasores? Ariel Sharon, ministro de Infraestructuras y una figura clave para muchos israelíes en los 50 años de historia de su Estado, ha mandado una carta al ministro de Educación en la que protesta porque la serie "distorsiona la historia de nuestra redención".

'Historia oficial'

Para los defensores de la serie, su virtud se encuentra precisamente en que no conforta a los israelíes con la historia oficial, como ocurría hasta ahora, sino que plantea preguntas dolorosas y mueve al debate en Israel. Mientras que los partidarios de la historia oficial, como Livnat y Sharon, ven en Tekuma una visión destructiva de la historia de su nación, el productor de la serie, Gideon Drori, la defiende por ser un sano paso para llegar a una sociedad segura y madura.La polémica serie incluye escenas nunca antes mostradas por la televisión israelí. En ellas se puede ver cómo los palestinos que permanecieron en Israel después de la guerra de 1948 rinden sus armas a los soldados israelíes o cómo en un colegio árabe los niños bailan mientras forman una estrella de David y ondean una bandera israelí el día de la Independencia.

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