Dimite el consejero delegado de Vía Digital tres semanas después de su nombramiento

La dimisión de Javier Albácar como consejero delegado de Vía Digital, tres semanas después de su nombramiento, ha abierto una brecha en la cúpula de la plataforma que lidera Telefónica. Albácar, de 32 años, era secretario del consejo de Recoletos y director de su área de televisión cuando fue designado consejero delegado de Vía Digital, en la que dicho grupo posee un 5% del capital. Albácar no hizo ayer declaraciones, pero otras fuentes aseguran que no estaba cómodo al observar que los criterios de gestión de la plataforma eran "más políticos que profesionales".

La dimisión se produce seis días después de la de Juan Kindelán como presidente de Recoletos, quien no veía claros los planes de expansión de su grupo de la mano de Telefónica.El Consejo de Administración de Vía Digital celebrado el lunes aceptó la renuncia de Albácar de "mutuo acuerdo", según la versión de la compañía. Su presidente, Pedro Pérez, aseguró a principios de marzo -en un almuerzo en la Asociación de Periodistas Europeos que Albácar había sido designado consejero delegado a propuesta suya en un esfuerzo para reforzar el equipo de gestión de la plataforma. Otras fuentes indican que en el seno de Vía Digital no había sido bien recibido que un ejecutivo de un socio minoritario ocupase un puesto que implica el control efectivo de la compañía.

En ese esfuerzo de gestión, el mismo día en que Albácar fue designado consejero delegado se incorporó también al equipo directivo Robert Apple, representante de la compañía norteamericana Direct TV, empresa que participa con un 6,9% en la plataforma de Telefónica aunque "con vocación de llegar al 17%", según reiterados anuncios de Pérez.

Ningún directivo de Recoletos comentó ayer lo ocurrido. No obstante, fuentes próximas a dicho grupo califican sin ambages de "catastrófica" la situación de Vía Digital; insisten en que los "criterios políticos prevalecen sobre los profesionales" y auguran que las pérdidas de esta plataforma en 1997 -más de 13.000 millones de pesetas- "se multiplicarán por cuatro o por cinco" al término del presente ejercicio.

Vía Digital ha anunciado para este mes una reestructuración de su programación con la la españolización" de los canales mexicanos proporcionados por Televisa y el lanzamiento de otros nuevos. En los poco más de seis meses que lleva operando, la plataforma de Telefónica ha sufrido un fuerte ritmo de desenganche de abonados. Mientras la dirección de Ventas de la plataforma lo sitúa en el 8%, otras fuentes aseguran que es aún más elevado.

Las relaciones entre Recoletos y Vía Digital han pasado por diversas fases. A mediados de 1997, el grupo editor de Marca y Expansión, cuya propiedad mayoritaria ostenta la compañía británica Pearson, se sumó a Vía Digital. Pero posteriormente anunció su intención de vender su participación. Sólo después de su asociación con Telefónica, concretada en febrero pasado -lo cual ha supuesto la entrada de Recoletos en Antena 3 con un 10% y de la compañía que preside Juan Villalonga en Recoletos con un 20%- se confirmó su compromiso con Vía Digital; y, acto seguido, el nombramiento de Albácar como consejero delegado, pactado con Telefónica.

Las fuentes citadas relacionan la dimisión de Albácar con la de Juan Kindelán la semana pasada. La renuncia de éste último cayó como una auténtica sorpresa en Recoletos y fue explicada oficialmente por "razones personales". Sin embargo, su entorno interpreta que el reciente nombramiento de Arturo Baldasano como presidente de Telefónica Media, la sociedad que concentra la reestructuración emprendida en el negocio audiovisual de la compañía de telecomunicaciones, puede haber sido la gota que ha colmado el vaso. -

Kindelán ha sido sustituido por Jaime Castellanos, amigo de Baldasano y a quien se le atribuye un fuerte protagonismo en la relación de Recoletos con Pearson, grupo propietario de medios como el Financial Times y The Economist y con fuertes intereses en televisión.