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MÉXICO

La soberbia y el arte de Enrique Ponce

Ante la protesta mayoritaria del público por el rabo otorgado, afloró la soberbia de Enrique Ponce y, molesto, lanzó con rabia al callejón las orejas y el rabo que magnánimamente el juez de plaza, Luis Corona, le había concedido por el arte con que toreó al noble Clavelito.Según unos aficionados, Enrique Ponce sólo merecía una oreja por lo defectuoso de la estocada, pero sus múltiples partidarios argumentaban que lo justo eran dos, sin pensar nadie en un rabo.

Sobreponiéndose a la dificultad del viento, el diestro de Chivas entendió la renuencia a acudir del animal que hizo tercero y con gran habilidad lo fijó en la muleta, cuajando una refinada faena. Se engolosinó con las abundantes y variadas suertes realizadas, de las que sólo mencionaremos tres inmaculados derechazos en círculo completo y los naturales en los que forzó a la res a humillar. Por confiarse demasiado, el noble burel le dio una voltereta sin mayores consecuencias.

Garfias / Mejía, Zotoluco, Ponce

Ocho toros (devueltos dos por inutilizarse), siete de Javier Garfias y segundo sobrero de Pepe Garfias: terciados y sin fuerza; descastados y mansos, a excepción del 3º.Manolo Mejía: pinchazo y estocada (palmas); estocada caída (petición y vuelta). El Zotoluco: pinchazo, estocada delantera desprendida y seis descabellos (silencio); pinchazo y estocada caída (palmas). Enrique Ponce: media desprendida tendida (dos orejas y rabo, este último protestado por la mayoría); media (palmas). Plaza Silverio Pérez, 28 de marzo. 2ª corrida de la Feria del Caballo. Lleno

Con el que cerró plaza, el valenciano batalló, esta vez por partida doble, con el viento que arreciaba y con el atroz cabeceo del bicharraco, pero al final lo lidió acertadamente.

Manolo Mejía se empeñó con el sobrero, que sustituyó al ejemplar que abrió el festejo, que se rompió la pata derecha al resbalar en la arena. Luchando con el viento y el genio del adversario, realizó un lucido trasteo sin enmendar los terrenos.

El espada de Tacuba esperó de hinojos al revoltoso cuarto y le enjaretó una espectacular larga cambiada.

Medroso cornúpeta

Destacó Manolo Mejía con los palitroques en dos soberbios pares de adentro hacia afuera a ese mismo toro, cuarto de la tarde. En tablas, por la querencia del medroso cornúpeta, toreó con técnica y tersura emocionando a la concurrencia. Al peligroso sobrero que reemplazó al segundo de la tarde, que también resbaló, se lastimó la pata derecha y fue devuelto al corral, El Zotoluco lo bregó y lo metió al capote. Con la sarga peleó con garra con el peligroso morlaco, al que con tirabuzón le sacó recorridos por el lado derecho.El coletudo de Azcapotzalco volvió a bregar al huidizo toro que salió en quinto lugar. Su quehacer muleteril lo inició caminándole de rodillas e instrumentándole valientes pases por alto. Expuso mucho en un largo desempeño ejecutado en los medios y consiguió enhebrar buenos pases por bajo.

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