EE UU y Europa esperan que el cambio de Gobierno no afecte a las reformas

Sorpresa. Indredulidad. Esperanza de que en lo esencial nada cambie... Ésa fue la reacción común en las principales capitales europeas, Japón y Estados Unidos. Al presidente estadounidense, Bill Clinton, la noticia de la destitución en pleno del Gobierno ruso le llegó en Ghana, en el inicio de su gira africana. "Espero que la dirección general de la política [rusa] se mantenga sin cambios" dijo. Clinton añadió que está seguro de que el nuevo Ejecutivo va a reflejar "la profunda inclinación del presidente Yeltsin hacia las reformas".

El portavoz de la Casa Blanca, Mike McCurry, hizo especial hincapié en el currículo del recién nombrado primer ministro, Serguéi Kiriyenko, un tecnócrata al que se considera un reformador. El asesor de Clinton en asuntos de Seguridad Nacional, Sandy Berger, que evitó referirse a los temas bilaterales, aseguró que se trata de un cambio de personas, no de política.Bonn, por su parte, no espera cambios en las relaciones germano-rusas tras la caída del Gobierno de Víctor Chernomirdin y mantiene los preparativos de la cumbre germano-ruso-francesa que Helmut Kohl, Borís Yeltsin y el presidente francés, Jacques Chirac, celebrarán el jueves en Moscú. Kohl tiene previsto viajar hoy a la capital rusa, por lo que el desplazamiento del canciller, que se considera un amigo personal de Borís Yeltsin, adquiere un nuevo valor como misión de reconocimiento a la vista de las incógnitas que rodean los últimos desarrollos políticos en Moscú. Él será el primer político extranjero en recoger las impresiones directas de Yeltsin.

A las incógnitas que se ciernen sobre el nuevo Gabinete hizo alusión ayer el ministro alemán de Exteriores, Klaus Kinkel, desde Múnich, donde se encontraba. Kinkel dijo que la situación es "extraordinariamente difícil" de evaluar, pero señaló que no esperaba cambios en el rumbo del Kremlin y que confiaba en que continuaría el proceso de reformas tanto en economía como en política interior, informa Pilar Bonet desde Bonn.

En París, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Yves Doutriaux, dijo que la decisión del presidente ruso de cambiar su Gobierno era, ante todo, un asunto interno. Una frase que también fue pronunciada desde Accra, la capital de Ghana, por el presidente estadounidense.

Doutriaux añadió que todo indica que la política exterior rusa se mantendrá sin cambios, al igual que el proceso interno de reformas. "Estaremos atentos a los acontecimientos, sobre todo a la formación del nuevo Gobierno", dijo el portavoz.

Una fuente de la OTAN, que reclamó el anonimato, dijo a la agencia France Presse que "todo país tiene derecho a cambiar su Gobierno" y que por lo tanto, la decisión deYeltsin de destituir a todos sus rninistros era "un asunto interno". Esta fuente estima que los cambios irán en la dirección de acelerar las reformas, algo que los países occidentales apoyan.

Esa es también la tesis del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya política crediticia con Rusia no está basada en las personas que componen los Gobiernos sino en los programas que éstos desarrollan, aseguró en Moscú Martin Gliman representante del FMI en Rusia.

El primer ministro japonés, Ryutaro Hashimoto, cuyo país sostiene un contencioso territorial con Moscú por la soberanía de las islas Kuriles, afirmó que no hay intención alguna de "modificar la tendencia actual de las relaciones". Tokio espera recuperar algunos de los territorios perdidos tras la II Guerra Mundial y Moscú desea buenas relaciones con un excelente socio comercial en potencia.