El juez absuelto en el 'Arny' cree que ahora impartirá justicia con "más temperancia"
El Consejo del Poder Judicial le devolvió ayer a su puesto tras la separación cautelar
La voz del magistrado Manuel Rico Lara e quebró ayer de emoción cuando el Conejo General del Poder Judicial (CGPJ) le comunicó por teléfono la rehabilitación como juez de menores de Sevilla tras su absolución el día anterior en el caso Arny. El magistrado, que ha acogido la absolución como un regalo por los 67 años que cumple el lunes, señaló que los cuatro meses y medio de banquillo frente al tribunal de la Audiencia sevillana le han aportado un plus "de emociones, temperancia y respeto" para impartir justicia, y ningún sentimiento "de rencor o de venganza".
Rico Lara ofreció ayer una rueda de prensa para relatar cómo un "ciudadano juez" vive la experiencia de sentarse en el banquillo de los acusados. "Los jueces somos humanos y comprendemos que una persona sufre en el banquillo", remachó. No obstante, sigue sin explicarse por qué ha pasado dos años bajo sospecha. "Siempre he sido juez, no he querido nunca otra cosa y ahora se me reintegra un poco a mi vida. El pasado, pasado es", dijo con satisfacción. Juez durante 40 años, hablaba por primera vez en público sobre el juicio desde que en enero de 1996 quedó en libertad bajo fianza acusado de prostitución de menores.Sus primeras manifestaciones públicas coincidieron con el acuerdo del Poder Judicial de restituirle en su juzgado y de reconocerle todos sus derechos, su antigüedad en la carrera y todas las retribuciones que le corresponden desde que fue suspendido, el 19 de enero de hace dos años.
La rehabilitación del magistrado fue adoptada 24 horas después de la sentencia absolutoria, ya que el Poder Judicial ha considerado que era urgente adoptar esta medida "para no prolongar más el daño profesional al afectado".
Rico Lara recibió la comunicación con emoción, y pronunció acto seguido unos versos de Quevedo: "Ayer se fue; mañana no ha llegado; hoy se está yendo sin parar un punto. Soy un fue, y un será y un es cansado". Y remató: "Estoy cansado pero seguiré".
Inmediatamente después de conocer su rehabilitación, se dirigió con su abogado, Francisco Baena Bocanegra, al Decanato de los Juzgados de Sevilla para emprender el papeleo previo a su plena reincorporación al juzgado de menores. No obstante, manifestó que antes necesita tiempo, ya que debe operarse de próstata de un divertículo en la vesícula.
Tratamiento psicológico
"El daño sufrido ha sido irreparable en mi vida pública y privada. Yo sufría el dolor de quien no gozaba de plena libertad", se lamentó. Y recordó que ha sufrido "insultos, expresiones humillantes o seguimientos en las calles o el dolor de la mirada sesgada de personas que desconocían la presunción de inocencia".El magistrado admitió que ha recibido tratamiento psicológico y físico para "normalizar" su vida. Y confesó que una de las cosas que peor ha llevado es tener que demostrar su inocencia, "porque es muy difícil cuando existe presunción de culpabilidad.
El juez reveló que para soportar "esta penosa andadura" se ha refugiado durante estos años en su pintura "ingenuista, no näif", y en "los libros, algunos trabajos histórico-jurídicos publicados y el contacto con la universidad, y en la familia, que ha sido como una piña".
Rico Lara comenzó a dar clase de Sociología del Derecho en la universidad de Sevilla el 1 de octubre pasado por la tarde, justo el mismo día en que comenzó el juicio por el caso Arny. "Agradezco a los profesores y alumnos su profundo respeto", resaltó ayer.
El ya rehabilitado juez dijo haberse sentido víctima de un juicio paralelo, "a veces marcadamente morboso". No obstante, no culpó a los medios de comunicación, sino a la ciudadanía.
Manuel Rico Lara no quiso entrar en honduras sobre el desarrollo de la instrucción o el juicio, pero algo dijo. "Como ciudadano, como sujeto pasivo de una acusación, no como jurista, creo que la señora juez instructora ha obrado con el convencimiento personal de que lo hacía correctamente y no voy a decir más, salvo expresar mi respeto humano y profesional hacia las personas que han tenido que trabajar en este caso. A su entender, el desarrollo del juicio ha sido "muy correcto, muy neutral y muy estimable".
Por otro lado, la reacciones por la sentencia siguieron ayer en cascada. Amalia Gómez, secretaria general de Asuntos Sociales, rechazó en Sevilla "los juicios paralelo? que llevan a "jugar con la honra de las personas en nombre de nada". También ayer, la portavoz de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Rosa Aguilar, afirmó que la sentencia del caso Arny debe convertirse en un "instrumento útil" para una reflexión del conjunto de la sociedad acerca del concepto de presunción de inocencia, informa la agencia Efe.
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