Notables de la derecha francesa desoyen a Chirac y pactan con Le Pen en los consejos regionales
Ni las admoniciones que el presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro,Lionel Jospin, lanzaron la víspera ni los denodados esfuerzos de las direcciones de los partidos conservadores frustraron ayer el pacto suscrito entre seis notables regionales de la derecha y el partido de Le Pen. Los acuerdos, secretos en algunos casos, evidentes en otros -a la vista de la asunción pública del "programa mínimo" del Frente Nacional (FN)-, privaron a la izquierda de la presidencia de las regiones en las que disponía de mayoría relativa y le obligó a renunciar en las que existía un empate virtual.
Divertidos ante las escenas que inostraban la indignación de la izquierda y la confusión de la derecha democrática, los dirigentes de la ultraderecha animaron a los conservadores rebeldes y a los que les apoyan a organizarse en un grupo propio para iniciar relaciones con el FN.Tras los pactos de ayer sobre las elecciones celebradas el pasado domingo, hasta ahora han sido elegidos los presidentes de 16 de las 26 regiones franceses: 13 de ellos pertenecen a la UDF (Unión para la Democracia Francesa) o al RPR (Unión para la República) y tres al PS (Partido Socialista). Los candidatos de la derecha obtuvieron seis presidencias con el apoyo del FN, mientras que otros siete no necesitaron -ese apoyo envenenado. Mientras que cuatro dirigentes regionales pactistas fueron suspendidos de militancia en la UDF, Jean FranQois Humbert, también de la UDF, cumplió su promesa de dimitir si resultaba elegido con los votos del FN.
"Es una victoria para el FN proclamó Jean-Marie Le Pen, mientras el eurodiputado ultraderechista Jean-Yves Le Gallou declaró, eufórico: "Los diques c,reados en torno al FN se han deshecho". "Este viernes quedará en la historia de Francia como una jornada siniestra para la República", afirmó por contra François Hollande, primer secretario del PS, partido que obtuvo 3 presidencias de otras tantas reIpones, pese a disponer de mayoria, relativa en casi todos los casos, en un total de 11 regiones.
Tras aludir a la "terrible convulsión" que deparó la jornada, Philippe Séguin, el presidente del RPR, proclamó que aquellos electos que han pactado con la extremá derecha "han elegido cocinar su pequeña sopa en su pequeño rincón ( ... ) y quedarán fuera de los movimientos y partidos de la oposición". Para más confusión, Alain Madelin, máximo dirigente de Democracia Liberal, partido integrado en la UDF, felicitó a Jacques Blanc, el primero de los presidentes aupado ayer con los votos del partido de Le Pen. "La gangrena se ha extendido y las defensas inmunitarias de la derecha son débiles", lamentó el ministro de Interior, Jean-Pierre Chevénement.
Pese a la inmediata expulsión de los autores de estos pactos, pese a los intentos de las ejecutivas del RPR y de la UDF de recortar el alcance de la rebelión, el FN ha conseguido hacer estallar la crisis entre los conservadores. La polémica sobre la necesidad de la alianza con la extrema derecha ha explotado en el interior del RPR y la UDF. De la mano de Séguin, el RPR, el partido de Chirac, salió mucho mejor librado que sus aliados naturales de la UDF, aunque los presidentes que contaron con el apoyo del FN tuvieron el respaldo total de los consejeros gaullistas.
A expensas del aplazado desenlace en regiones como Île de France, Mediodía-Pirineos, Alta Normandía y Reunión, por falta de quórum, y de conocer el alcance de los pactos en las elecciones cantonales que se celebrarán mañana, la brecha es bien visible en las filas del RPR.
"Derecha del mañana"
A las voces que proponen la entente con los partidarios de Le Pen se sumaron ayer en una carta abierta a Séguin cinco consejeros solidarios con Jean François Mancel, ex secretario general de ese partido y presidente del Consejo General de l'Oise, expulsado del partido tras haber invitado al FN a "formar parte de la derecha del mañana". "Mancel ha tenido el coraje de decir fuerte y alto lo que buen número de electores y electos locales pensamos ",señalaron estos consejeros. Los electos que ayer se alzaron con la presidencia de sus respectivas regiones, gracias a los votos o la concertada abstención, según los casos, de los consejeros del FN , pertenecen en todo caso a la UDF. El primero en dar prueba del pacto con la extrema derecha fue Jacques Blanc, sucesor de sí mismo al frente del Consejo Regional del Languedoc-Roussillon. Blanc fue expulsado de su partido, pero, seguro de sí y de los apoyos con que cuenta en la UDF local, no pareció contrariado, ni siquiera cuando el representante de la "izquierda plural Georges Fréche, que le superaba en 10 escaños, le calificó de "la primera marioneta de Le Pen" y le atribuyó el "hundimiento moral de la derecha republicana".
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