Saramago afirma tras su viaje a Chiapas, que ha encontrado "una guerra de desprecio"
El escritor portugués José Saramago instó en Guadalajara (México) al renacimiento de las grandes ideas y a una insurrección moral contra los abusos del poder, y después viajó al Estado de Chiapas para observar la otra, la protagonizada en 1994 por el subcomandante Marcos. En San Cristóbal de las Casas se despachó a gusto: "Por lo que he podido ver se vive una situación de guerra o una ocupación militar, lo que al final no tiene gran diferencia. Es una guerra de desprecio", dijo, parafraseando su poema-novela El año de 1993. "Posiblemente el Ejército y los paramilitares son uña y carne". Durante su recorrido por el mundo rural de Chiapas, Saramago habló con los desplazados, con sobrevivientes de la matanza del 22 de diciembre, en la que 45 personas fueron asesinadas.Saramago -quien ayer fue propuesto como candidato oficial de Portugal al Premio Europeo de Literatura, instituido por la Comisión de la Unión Europea, informa Efe- venía de participar en las actividades de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, donde sostuvo un interesante diálogo con el escritor mexicano Carlos Fuentes sobre la globalización y los grandes desafíos de la humanidad. Los dos creadores coincidieron en la existencia de "un desierto de ideas". "Las organizaciones sociales necesitan una filosofía ( ... ) "Sólo las grandes ideas producen cambios; nuestras pequeñas ideas, no", dijo Saramago. "Lo que necesitamos urgentemente es una insurrección moral", agregó. Carlos Fuentes abogó por construir en México "un poder que nazca de las localidades de ese otro México, de ese segundo México, ese mundo rural".
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