"La gráfica no es arte; es comunicación", afirma Bob Noorda

El diseñador holandés Bob Noorda (Amsterdam, 1927) sólo pidió ayer "curiosidad" a los estudiantes del Instituto Europeo di Design en Madrid, tras comentar sus 40 años de experiencia en Italia en el campo de la gráfica, señales, imagen corporativa e interiorismo. "Siempre tengo en cuenta que el diseño gráfico no es un arte; es un hecho de comunicación", declaró el director artístico de Pirelli y autor de las señales del metro de Milán y de Nueva York.

El lápiz siempre existirá en el trabajo de Bob Noorda, pero a pesar de su resistencia desde hace tres años tiene un ratón en su mano. Su formación es tipográfica, los tipos y caracteres de imprenta, desde sus estudios en el Instituto del Diseño de Amsterdam, a finales de los cuarenta, bajo la dirección de Mart Stam y Rietveld, lo que señala la dirección de la Bauhaus.Noorda llevó una formación clásica a Milán, donde reside, desde 1955, y desarrolla programas de comunicación visual, sobre imagen corporativa, gráfica para publicaciones, diseños de productos, interiorismo y montaje de exposiciones. Director artístico de Pirelli desde 1961 y cofundador del equipo interdisciplinar Unimark, sus trabajos han recibido varios premios Bodoni y Compas de Oro, al mismo tiempo que enseña en el Instituto Europeo di Design en Milán.

Las dos emes del metro de Milán y el Pirelli en forma de neumático están hechos "a mano" en los años sesenta y el "diseño sin matices" que pasa por los ordenadores es lo que echa en falta Noorda. Opina que el diseño de una marca, muy diferente de la publicidad, se debe plantear "para vivir durante mucho tiempo", con un equilibrio y coherencia entre los textos y las imágenes.

La imagen cultural de empresas como Pirelli y Olivetti, dice Noorda, ha sido arrastrada por la publicidad, que sustituye una identidad por las ventas. "Es el predominio de la globalización de la expresión gráfica, con una cultura de la imagen que se repite en todos los países". Noorda, por encargo del arquitecto Franco Albini, abrió con el metro de Milán un nuevo sistema de señales, con la utilización de las franjas continuas y los rótulos.