Conde dice ahora que mintió y que dio 300 millones a Suárez a cambio de gestiones
El ex presidente de Banesto, Mario Conde, declaró ayer que la apropiación de 300 millones de pesetas de la que se le acusa fue debida a una entrega a Adolfo Suárez, ex presidente del Gobierno, para su partido político, el Centro Democrático y Social (CDS), en los primeros meses de 1989, por sus gestiones ante el Banco de España. El ex banquero confesó haber mentido al juez Manuel García-Castellón al negar los hechos en diciembre de 1994, por estimar que al no haber pruebas el asunto sería archivado. Suárez negó ayer haber recibido el dinero y se ratificó en su declaración ante el juez.El ex banquero fue conducido ayer más temprano a la Audiencia Nacional desde la cárcel de Alcalá Meco, ya que el tribunal anticipó la hora del comienzo de la sesión para asegurar que podía recogerse su declaración.
El presidente del tribunal, Siro García, dio la palabra al fiscal, Luis López Sanz, para comenzar el interrogatorio pasadas las 10.00 horas. Tras un largo prolegómeno sobre la llegada de Conde a Banesto, el fiscal inquirió sobre la presunta apropiación indebida de 300 millones en dos tacadas:
- En enero de 1989, ¿ordenó usted a Martín Rivas la extracción de 150 millones de la caja del banco?
- Definitivamente, rotundamente, no. Nunca le he ordenado que retire dinero de la caja. Lo que sucedió es una cosa distinta.
- ¿Qué sucedió?
- Con el permiso del presidente, lo que dije en la instrucción no es exactamente lo que sucedió. Definitiva, rotunda y absolutamente, no ordené el retiro. No es absolutamente cierto todo lo que dije al juez instructor. Sí algo de lo que dije. En ningún momento me quedé con 100, 150, 300 o 2 pesetas de ese dinero.
Según el relato de Conde, «en 1988, cuando iniciamos la fusión con el Banco Central, esto no fue recibido con alborozo por el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio. El propio presidente del Banco Popular, Luis Valls, me dijo que saldría mal. Se desata una guerra. Determinados accionistas del Banco Central agrupados en Cartera Central (Alberto Cortina y Alberto Alcocer) se opusieron a la fusión. Miguel Boyer es nombrado presidente de Cartera Central con el fin de presidir el nuevo banco que surja de la fusión Banesto-Central».
¿Qué tiene esto que ver con los 300 millones? «Aparecen», dice Conde, «de la mano de Fernando Garro (responsable de relaciones institucionales del banco) dos personas: Antonio Navalón y Diego Selva. Yo no tenía experiencia en el sector bancario. Navalón me dice que me hace falta un soporte político. Y me sugiere a Adolfo Suárez, de quien era amigo».
El relato arrancó murmullos en la sala, como en las películas. Conde prosiguió: «El 20 de enero de 1989, después de aceptar la sugerencia de Navalón, nos reunimos a comer en mi finca de La Salceda: Navalón y su esposa vienen con Suárez y su esposa. Suárez me dice que no tengo buena cara ante el Banco de España y que él influye en Mariano Rubio. Me habla de hechos politicos futuros que no voy a revelar aquí».
Según el ex banquero, una semana más tarde Navalón le confirma que Suárez «está dispuesto a ayudar». Conde agrega: «Es Navalón, y no Suárez, el que me dice que es necesario que contribuya a la financiación del CDS. Le pregunté de cuánto dinero se trataba. Me dijo que debían ser 300 millones. Me pareció mucho dinero. Pero Navalón me dijo que era una cantidad normal, que yo no tenía experiencia. Me dijo que Suárez no quería que figurase en la contabilidad del CDS. Le pregunté cómo se hacía esto. Y Navalón me contestó: 'Habla con los clásicos'». Según Conde, los clásicos eran los hombres de Banesto que sabían hacerlo. A preguntas del fiscal, dijo que por su tradición en la casa se podía decir que el director general, Martín Rivas, era uno de los clásicos.
El ex banquero, paralelamente, recibió de Rivas quejas por la crisis de la fusión Banesto-Central. «Me decía que tenía problemas morales para acudir a los comités de fusión. Y le dije que nos habían ofrecido apoyo político, pero que eso requería dinero. Rivas me preguntó cuánto. Le dije que 300 millones». Según Conde, su subordinado le tranquilizó:
- Tranquilo, yo me ocupo, ya lo he hecho antes para otros presidentes.
El ex banquero declaró ayer que le dijo a Rivas que, en todo caso, la responsabilidad era suya (de Conde). A continuación, según Conde, todo lo instrumentaliza Rivas. Se trata, dice, de un solo pago, no de dos. «Rivas debe ponerse en contacto con Navalón, supongo que se conocerían, no lo sé. Es posible que Navalón me dé a mí una dirección para enviar el dinero y yo se la pase a Rivas. No lo recuerdo». Conde no supo más en cinco años. «Yo no me entero de cómo se hace... hasta que lo leo en la querella, en diciembre de 1994», asegura.
Ayer, desde Pamplona, donde su esposa Amparo ha sufrido una operación de médula, el ex presidente Suárez difundió un comunicado en el que «niega las afirmaciones de Conde» y se «ratifica absolutamente en su declaración ante el juez García-Castellón del 8 de junio de 1995». Suárez dice: «Nunca recibí dinero de Mario Conde ni de Banesto por ningún servicio o gestión ante el Banco de España». El ex gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, también desmintió la versión de Conde sobre las presuntas gestiones.
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