Los grupos violentos próximos a ETA incrementan sus sabotajes en Francia

Grupos del entorno de ETA han incrementado sus acciones de terrorismo de baja intensidad en el País Vasco francés mientras que la Ertzaintza (la policía vasca) ha constatado que en el español se está produciendo una notable disminución de los incidentes de este tipo. En febrero pasado se registraron en Euskadi tres altercados callejeros y 26 sabotajes, lo que contrasta con los 164 ocurridos en el mismo mes en 1997. A Iparretarrak (los del norte) se le atribuyen sólo cinco atentados con explosivos en Francia en los últimos 12 meses, por lo que los servicios policiales españoles suponen que esta banda terrorista está "desaparecida".

Los denominados colectivos antirrepresivos franceses están muy influenciados por ETA, lo que explicaría en parte los frecuentes contactos existentes entre los grupos asentados en Francia y los que operan en el País Vasco español. Entre algunas organizaciones de uno y otro lado de la frontera se han establecido reuniones mensuales o bimensuales, según las fuentes informantes.El estrechamiento de la colaboración antiterrorista entre París y Madrid ha ocasionado el desplazamiento de numerosos colaboradores y simpatizantes de ETA residentes en el País Vasco francés hacia otras zonas más alejadas de la frontera. En concordancia con este fenómeno han surgido comités de solidaridad, cada uno de los cuales está integrado por unas 20 personas, en diversas ciudades, destacando los de Pau, Burdeos, Nantes, Saint Nazare, Lille, Marsella, Montepellier y París.

La influencia de los grupos que se mueven en el entorno de ETA se está haciendo notar sobre otros similares radicados en territorio francés, donde han empezado a menudear los sabotajes e incidentes ocasionados por los llamados grupos Y (de apoyo). Hasta ahora, su objetivo preferente han sido los automóviles y las viviendas de agentes de las fuerzas de seguridad francesas, a los que han incendiado o atacado con cócteles mólotov. En paralelo, varios jóvenes franceses fueron sorprendidos el año pasado en disturbios y algaradas en Euskadi y Navarra, lo que probaría las íntimas relaciones entre los violentos de uno y otro lado de la frontera.

Los expertos del Ministerio del Interior indican que se está produciendo una potenciación de la acción conjunta entre los colectivos antirrepresivos vasco-españoles y vasco-franceses, siguiendo la línea ya recogida en diciembre de 1992 en el número 1 de Sustraia, boletín interno de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS), de la que ETA forma parte.

Informes de los servicios antiterroristas califican de "consolidada" la aproximación entre Jarrai (las juventudes de KAS) y Gazteriak, una organización surgida en Francia a finales de 1994 a partir de algunos grupúsculos anarcosindicalistas de los cantones de Hasparren, Hendaya y Ustariz.

En algunos textos de la ponencia Oldartzen, elaborada por Herri Batasuna (HB) a finales de 1995, se concluye que los ritmos políticos de Hegoalde (País Vasco español) e Iparralde, (País Vasco francés) no son los mismos dentro del llamado proceso de liberación nacional de Euskal Herria. Pero también evidencian la pretensión de lograr un acercamiento entre la izquierda abertzale de ambos lados para conseguir así la unificación de las siete provincias de Hegoalde e Iparralde.

El tren de alta velocidad francés (TGV) sufrió el pasado 21 de febrero un atentado con explosivos a su paso por Irún (Guipúzcoa) en dirección a Hendaya (Francia). El atentado fue perpetrado con un sistema que "lleva la marca inequívoca de ETA", según fuentes de la Ertzaintza, que consideran que esta acción es una advertencia al Gobierno de París en protesta por la colaboración antiterrorista que está prestando a España.

Precisamente ayer, una veintena de radicales que se habían desplazado desde Navarra fueron detenidos en Bayona tras manifestarse contra la posible expulsión de Francia del etarra Josu Beaumont-Barberenade, encarcelado en ese país, así como contra las que se vienen produciendo.

Iparretarrak, la organización hermana de ETA, sólo ha realizado cinco pequeños atentados con explosivos en Francia durante 1997, por lo que la policía la da por "desaparecida". En cambio, en ese mismo periodo hubo 23 sabotajes (incendios de vehículos, ataques a viviendas con cócteles mólotov ... ) a cargo de grupos que practican el terrorismo de baja intensidad.

Fuentes de los servicios antiterroristas españoles prevén un aumento en los sabotajes e incidentes en Francia a cargo de grupos del entorno etarra. Pero consideran que ETA seguirá sin actuar en territorio francés -pese a que en los últimos dos años se han hallado planes criminales en poder de varios dirigentes detenidos- para no provocar una persecución policial implacable que ponga en peligro sus refugios en ese país.