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Ardanza cree que habrá más traspasos porque Aznar "se ha dado cuenta de que sólo tiene 156 escaños"

El lehendakari, José Antonio Ardanza, sugirió ayer que el PP cortaría de raíz el desarrollo de las autonomías si tuviera en su mano la mayoría absoluta en el Parlamento. "Aznar siente, desea y quisiera" cortar el desarrollo estatutario, pero "ayer [el martes] se dio cuenta de que sólo tiene 156 escaños" y ha suavizado sus posiciones. Ardanza aludía así a las consecuencias del almuerzo improvisado que mantuvieron en La Moncloa Xabier Arzalluz y el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos. En esta cita el líder del PNV amenazó con romper el pacto si el Gobierno del PP bloqueaba finalmente el proceso de transferencias a Euskadi y exigió una entrevista con Aznar. Ayer, anticipándose a este encuentro, el jefe del Ejecutivo declaraba que las relaciones con el PNV se encuentran en plena "normalidad política".

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Poco antes de que Aznar quitase importancia al nuevo encontronazo con el PNV, surgido al trascender que en los planes del Gobierno estaba no conceder en esta legislatura nuevos traspasos a las autonomías, el lehendakari se preguntaba ayer, en Radio Euskadi, cuál sería la posición del PP "si tuviera la mayoría absoluta, porque el problema realmente está ahí". Ardanza se mostró absolutamente convencido de que el Gabinete de José María Aznar siente la necesidad de cortar el traspaso de competencias a Euskadi y Cataluña, pero recalcó que los populares no han medido las consecuencias de esa postura. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, advirtió el -martes al vicepresidente primero, del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, que sin transferencias no habrá apoyo al PP en el Congreso."Ayer [el martes] se dieron cuenta en Madrid", declaró el lehendakari, "de lo peligroso que era su pronunciamiento político, tan poco diplomático, y han suavizado esas manifestaciones". Fue en ese contexto de necesidad de apoyos cuando reflexionó sobre el futuro de los nacionalismos en caso de que el PP dispusiera de mayoría absoluta, y dudó de que los acuerdos conseguidos hasta ahora a cambio de apoyo parlamentario hubieran llegado a Euskadi. El PNY rubricó el pasado año la renovación del Cupo y del Concierto Económico, acompañados de plenas competencias en IRPF y la recaudación de los impuestos especiales, como alcohol, tabaco e hidrocarburos, pacto que ahora demanda Cataluña.

"Es lamentable que el cumplimiento de una ley orgánica como el Estatuto de Gernika esté condicionado por el número de escaños de los gobemantes", dijo el jefe del Ejecutivo de Vitoria, quien auguró un enrarecimiento de las relaciones PNV-PR "Mi temor es que a partir de ahora comencemos la cuesta arriba", declaró.

Horas más tarde, José María Aznar declaraba que las relaciones con el PNV se encuentran en plena "normalidad política" y puntualizaba que la entrevista que se celebrará próximamente con Arzalluz estaba fijada desde hace semanas, incluso antes de la entrevista que mantuvo con el lehendakari."Las relaciones con el PNV entran en el terreno de la normalidad política, pero es difícil explicarlo porque se generan polémicas que es complicado luego presentarlas y asumirlas correctamento, manifestó Aznar.

El presidente del Gobierno se refería así al anunciado parón de de transferencias, reconvertido por el propio Gobierno en una ,estabilización" del proceso autonómico. Aznar, que fue preguntado en la conferencia de prensa que ofreció con el presidente de Turquía, Suleiman Demirel, no quiso entrar, sin embargo, en el fondo del asunto, que puede quebrar el apoyo parlamentario que el PNV ha ofrecido al Gobierno del PP en los dos años de legislatura. Dijo que en todas las relaciones se producen puntos de encuentro y desencuentro, pero que en este momento los acuerdos pactados en su día con PNV están funcionando "correctamente" y que espera puedan seguir así "en el futuro".

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Aznar, que aceptó un turno de preguntas sobre temas nacionales al término en la fase final de la conferencia de prensa con el presidente turco, rechazó las críticas de la oposición y, concretamente, del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, quien había declarado que, en su afán triunfalista, Aznar confundía "el índice de la Bolsa con el índice de bienestar social de los españoles". El presidente del Gobierno volvió a ofrecer una amplia relación de datos económicos que, en su opinión, "hablan por sí solos". Hizo a continuación una pregunta retórica: "¿Qué ponen los demás encima de la mesa? Porque poner sólo declaraciones encima de la mesa es un poco, poco. Hay que poner algo más".

Sobre la posibilidad de una nueva reforma laboral, Aznar se limitó a señalar que el Gobierno prepara un plan de empleo que debe presentar en la cumbre europea de Cardiff y que le gustaría que sirviera para acelerar la creación de puestos de trabajo en España. La secretaria adjunta del grupo parlamentario socialista, Mercedes Aroz, respondió a Aznar afirmando que "encaja mal las críticas, y que sólo desde la "prepotencia" se puede hacer un balance triunfalista de lo que han sido sus dos años de Gobierno, informa Europa Press.

Aznar confirmó que en sus conversaciones con el presidente turco se abordó la venta de aviones militares, aunque no la de fragatas F-100. Aznar ironizó sobre este asunto al afirmar que "Igual es tan secreto que no he sido informado", y agregó que estaría encantado de que los turcos comprasen fragatas españolas. La Empresa Nacional Bazán presentó el pasado verano este proyecto a las autoridades de Ankara, quienes lo acogieron favorablemente aunque no asumieron ningún compromiso, según fuentes dipolomáticas.

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