El Ejército argelino persigue con tanques y aviones a varios 'comandos' del GIA

Un centenar de terroristas muertos. Ése es el primer resultado dado a conocer por las autoridades argelinas sobre la operación militar en marcha desde hace días en el oeste de Argelia. Las regiones de Saida, Sidi Bel Abbes y Tremecén están siendo peinadas por unidades del Ejército, apoyadas por la aviación, artillería, carros de combate y blindados.

El objetivo es el exterminio o captura de varios comandos del Grupo Islámico Armado (GIA), especialmente sanguinarios, que operaban en la zona. Ellos son, presúntamente, los responsables de las atroces carnicerías cometidas las últimas semanas en los poblados y aldeas aislados de la montañosa región del Uarsenis, y que se han cebado sobre todo en la población civil.

Sin embargo, el inicio de esta operación militar, con un inusitado despliegue de medios, es consecuencia inmediata del atentado cometido contra el gasoducto que une los pozos de Hassi R'Mel con el puerto de Arzew, cercano a Orán, y que hizo saltar por los aires 80 metros de tuberías.

El periódico de la capital L'Authentique, apadrinado por Mohamed Betchine, consejero militar del presidente Liamín Zerual, citando fuentes de los servicios de seguridad, asegura que varios comandos integristas han escapado al cerco y que "intentan acercarse a la frontera marroquí", sugiriendo que en ese país el GIA "tiene su retaguardia".

Hace unos días, el mismo diario afirmaba que un islamista "arrepentido", que se entregó a las autoridades y cuya identidad no revelaba, había "confesado" que en el Grupo Islámico Armado militan 28 ciudadanos marroquíes como miembros activos en el oeste de Argelia.

Acusaciones a Rabat

En las semanas anteriores, varios artículos aparecidos en la prensa de Argel acusaban a Marruecos de "ofrecer bases de repliegue a los grupos armados". Esta escalada verbal de acusaciones por parte de Argelia, que no ha sido hasta el momento acompañada de pruebas documentales y que tampoco ha recibido desmentidos oficiales por parte de Rabat, es vista con prudencia por las cancillerías occidentales presentes en el Magreb.La reciente desarticulación en Italia de un grupo islamista compuesto en su mayoría por ciudadanos marroquíes ha inducido a los Gobiernos de la ribera norte del Mediterráneo a promover un encuentro de ministros del Interior de los países del oeste mediterráneo para el próximo mes de junio en Italia, con el fin de discutir asuntos de terrorismo.

Por otra parte, 22 presuntos islamistas armados han sido condenados a muerte por el tribunal criminal de Tremecén, y otros 32 más, a penas de cadena perpetua, según informó la radio estatal.