El japonés Kitaro pasea su 'Circo ingenioso' por diez ciudades españolas

A sus 45 años, el teclista japonés Kitaro suma más de veinte álbumes y 15 millones de discos vendidos en todo el mundo. Su reciente Cirque ingenieux, escrito para una obra teatral en Broadway, es una inusual incursión en la magia del circo. Esta música será el hilo argumental de la primera gira española de Kitaro en los últimos diez años, que lo llevará a Madrid (día 2 de marzo), León (3), Barcelona (4), Zaragoza (5), Murcia (7), Granada (8), Salamanca (11), Santander (12), A Coruña (13) y Bilbao (14).

El autor de la música para la serie de televisión Silk road, (La ruta de la seda) y de álbumes como The light of the spirit o An enchanted evening lleva toda la semana preparando en unos estudios a las afueras de Madrid su regreso a los escenarios. Le acompañan en el reencuentro con el público español tres sintesistas (entre ellas, su propia mujer, Keiko Takahashi), un baterista y la buena guitarra eléctrica de Angus Clark. Pero lo más llamativo en el escenario es la presencia del Taiku, un gigantesco tambor japonés de metro y medio de diámetro que Kitaro golpea con fiereza en los pasajes de mayor paroxismo. "A veces termino haciéndome heridas", confiesa mientras contempla una tirita en su mano izquierda: "Ese tambor tiene dentro algunas gotas de mi sangre".Cirque ingenieux, una obra conceptual, de tono épico y pomposo y casi 70 minutos de duración, es un trabajo atípico en la trayectoria de un compositor que siempre se ha inspirado en los prodigios de la naturaleza, ya sean el Monte Fuji o las Montañas Rocosas de Colorado. "Del circo me interesaba la idea de movimiento, la magia de los trapecistas. No he profundizado tanto en este mundo como para que este disco sea un tributo", dice, "pero lo haré".

Meditar en España

Es probable que pueda cumplir su promesa, porque el ritmo creativo de este hombre es vertiginoso. En mayo lanzará un nuevo disco, Gaia ("es una obra más telúrica, más nativa, con muchos tambores", adelanta), y durante su gira española estrenará dos temas, Magma y Mercury, que ni siquiera ha grabado aún. Otras ideas ya le rondan por la cabeza: por ejemplo, pasar unas largas vacaciones en España para impregnarse de su música. "Quiero venir con mi cámara, meditar tranquilamente y profundizar en toda esa gran diversidad de culturas que atesora esta Península", revela.Kitaro hace gala de curiosidad por todo cuanto le rodea, lo que quizás le haya facilitado ser uno de los artistas más universales de Japón. En ese sentido, el compositor se muestra abiertamente crítico con sus compatriotas. "Yo no creo que la distancia cultural, entre Oriente y Occidente sea insalvable", sostiene. Y aclara:'¿ Sucede que muchos artistas japoneses son retraídos y avariciosos con su propia obra, renuncian de antemano al desafío de comunicarse con otras gentes. Esa tendencia a imponer tu propia cultura y no aceptar nada ajeno me desagrada profundamente".