"Hollywood acepta ahora mis películas porque las cosas están cambiando"
El próximo 6 de marzo se estrena en España El indomable (Good Will Hunting), la historia de un joven guapo, blanco y superdotado que vive en el gueto de una gran ciudad (Boston) y trata de escapar de su violento historial callejero y su trabajo de barrendero a lomos de talentos y amigos: su innato poder de deducción matemática, su memoria fotográfica, su genial capacidad de síntesis histórica, una novia inglesa rica heredera que estudia en Harvard (Minnie Driver) y un psicoanalista viudo que enseña en Harvard (Robin Williams).
Basada en un guión escrito por los dos jóvenes actores coprotagonistas, Matt Damon y Ben Affleck, la película cuenta en el reparto con la superestrella Robin Williams y el sueco Stellan Skarsgard, que saltó a la fama con Rompiendo las olas.
La cinta es la sexta en la filmografía de Gus Van Sant, que ayer estuvo en Madrid para promocionarla en rueda de prensa. Bastante apocado y susurrante, el director llegaba de Berlín, donde la crítica europea le ha dedicado un surtido de latigazos, entre los que destaca la acusación de que Gus el indomable ha sido domesticado por la Academia de Hollywood, que ha concedido a su cinta nada menos que nueve candidaturas al Óscar, entre ellas mejor actor protagonista (Matt Damon), de reparto (Robin Williams y Minnie Driver), mejor película, director y guión, categoría en la que ya ganó el Globo de Oro.
El director de Midnight cowboy y My own private Idaho aguantó el tipo estilo vaquero y defendió su obra hasta el final: ¿Significa ese chaparrón de candidaturas que Hollywood le ha aceptado como uno de los suyos?, le preguntaron. "Sí. Pero aceptan la película. Hasta ahora no me habían hecho caso por el tipo de historias que había rodado. Con ésta, más atractiva y tal vez más sentimental, aunque yo intenté dotar al guión de mayor dureza para evitar demasiado sentimentalismo, me han acabado aceptando. Pero Hollywood mira la estructura de la historia, busca una historia bonita y luego juzga al director".
Van Sant admitió haber cedido a la comercialidad -"desde el primer momento supe que iba a ser una película comercial"-, calificó el guión, como "perfecto", agradeció a Williams haber dejado el histrión en casa y concluyó sugiriendo que tal vez no es él quien ha cambiado: "Los votos de ahora en la Academia no son como los de antes. La gente de mi generación (45 años) y, más joven aún se está haciendo con el control. Las cosas están cambiando".
Babelia
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