Charo López: "Los hombres no suelen escuchamos en cuestiones de sexo"

A pesar de que Charo López lleva dos años representando por toda España Tengamos el sexo en paz, obra que Dario Fo escribió con su mujer, Franca Rame, basándose en un libro de Jacopo Fo, hijo de ambos, la llegada de este montaje al Teatro Lara, de Madrid, donde hoy se estrena, se ha convertido en todo un acontecimiento. El espectáculo, dirigido por José Carlos Plaza, es una especie de conferencia sobre cuestiones que giran en tomo al sexo, algo de lo que, según la actriz, hoy ya se puede hablar en paz.

Fo, Rame, López y Plaza han perseguido un claro objetivo con este montaje. Que resulte una desternillante experiencia no exenta de profunda reflexión, salpicada con una crítica hacia la sociedad más conservadora y puritana. "De paso se ofrece una lúcida revisión sobre tópicos y tabúes con los que se nos ha venido machacando en estas cuestiones", dice la actriz, quien cree que en este país "la gente, no los que legislan", ha avanzado y no es nada puritana.Charo López acude al Teatro Lara de Madrid, espacio que regenta Luis Ramírez. Este empresario ha dedicado esta sala a pulsar la acogida al teatro de texto, al tiempo que ha dejado el teatro Lope de Vega para musicales de gran formato y se está haciendo con otros locales en la capital en un intento de revitalizar el arte escénico.

Al director José Carlos Plaza, este Tengamos el sexo en paz le ha coincidido con otras puestas en escena suyas en la cartelera madrileña. El piensa que el espectáculo está concebido en función de su protagonista: "Menos contra Charo López, se ha montado por, para, hacia, a través, desde... ella; es una de esas piezas pensadas para una actriz pero, eso sí, que conecte con el público y que sea divertida, sin olvidar que estamos ante un gran espectáculo político", comenta.

Ella, por su parte, señala que abordó este montaje porque tenía ganas de romperse: "Lo que no sabía es que me iba a romper tanto". El primer paso que dio fue ir a ver la obra representada por Franca Rame a Italia, acompañada por Carla Matteini, traductora y biógrafa de Fo y responsable de la versión española. Luego llamó a Plaza para que la dirigiera: "Tenía ganas de trabajar con él, pero como no me buscaba le llamé yo", afirmó.

Momento dulce

Lo curioso de este estreno es que ha logrado ser noticia y acaparar llamativamente la atención a pesar de que se trata de un montaje que lleva dos años de gira y ha visitado numerosas ciudades españolas. Quizá en ello hayan influido dos circunstancias. Una que el pasado mes de noviembre, cuando Charo López se encontraba representando la obra en un pueblecito cordobés, su autor, Dario Fo, recibió, ante la sorpresa de gran parte del mundo intelectual, el Premio Nobel de Literatura. Otro aspecto a tener en cuenta al analizar la enorme expectación suscitada es que, de un tiempo a esta parte, a Charo López no le llegan más que premios, triunfos y algarabías, muchos de ellos debidos a su intervención en Secretos del corazón, película de Montxo Arméndariz que esta semana ha sido seleccionada para competir en los próximos oscars de Hollywood en la categoría de mejor película de habla no inglesa.Respecto a esta bonanza, la actriz dice que es un momento dulce de su vida y sobre que su autor recibiera el Nobel piensa que con ello se ha sacralizado la obra: "Ahora todos ven tan natural que esta actriz hable de sexo, y eso está muy bien", dice al tiempo que confiesa que con este montaje ha aprendido de sus límites, de sus miedos: "Y sobre todo me ha enseñado a hablar a la cara de algo que me producía pudor, ahora salgo desnuda a hablar a la gente de este tema, como actriz y como mujer, sin distanciamiento, alejada de mis papeles dramáticos estereotipados en los que siempre salgo llorando y de perfil, dice entre risas.

Sobre el espectáculo señala que es bien recibido por hombres y mujeres, pero de distinta forma por cada grupo: "Como ellos no están acostumbrados a escucharnos a nosotras, sobre todo en estos asuntos, algún espectador más conservador se pone de los nervios". "Pero las mujeres, sobre todo de mi generación, se parten de risa y también la gente joven de ambos sexos, que acoge el montaje maravillosamente, aunque aún no he descubierto si se ríen de mí o conmigo", concluye Charo López con cara de mosqueo.