EE UU sugiere que respetará la tregua olímpica

Ni la Casa Blanca ni el Pentágono quisieron confirmarlo, pero la Embajada de EE UU en Japón dio a entender ayer que Washington va a respetar la tregua olímpica solicitada por los anfitriones de los Juegos de Invierno antes de un eventual ataque a Irak. La Casa Blanca y el Pentágono, dijeron sus portavoces, no quieren atarse las manos. No obstante, su Embajada en Tokio difundió este comunicado: "Estados Unidos ha apadrinado una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas instando a todas las naciones a abstenerse de hostilidades durante los Juegos Olímpicos de Nagano", que concluyen el 22.

La resolución de la ONU fue aprobada el pasado 25 de noviembre con los votos a favor de 178 países, entre ellos Irak y EE UU. En los últimos días, Tokio y el presidente del Comité Olímpico Internacional, José Antonio Samaranch, han instado a Washington para que, en aras del espíritu de "tregua olímpica", respete esa resolución. El Gobierno de Japón informó ayer de que insistirá en ese aspecto durante la inminente visita del embajador norteamericano en la ONU, Bill Richardson.Dado que los Juegos Olímpicos de Nagano se clausuran el próximo 22, respetar la tregua deportiva sólo le supondría a Washington un retraso de cinco días en relación al plazo que se ha fijado oficiosamente para dar por teminadas las gestiones diplomáticas.

La Casa Blanca y el Pentágono prefieren, no obstante, tener las manos libres. La pasada semana, William Cohen, secretario de Defensa, dijo ante el Congreso: "Sería irresponsable proclamar que vamos a esperar hasta que terminen los Juegos Olímpicos". El lunes, Mike McCurry, portavoz de la Casa Blanca, declaró que Sadam "no debería respirar tranquilo" durante los Juegos.

Clinton volvió ayer a repetir la declaración que efectúa desde noviembre. "Deseo que podamos evitar el uso de la fuerza, pero eso sólo depende de Sadam Husein", dijo en los jardines de la Casa Blanca.

[Por si acaso, el Departamento de Estado hizo públicos ayer una serie de consejos de prudencia destinados a los estadounidenses que residen en Oriente Próximo, el sur de Asia y en ciertos países europeos, debido a la tensión, informa France Presse.]

"Estoy muy contento con el apoyo que está recibiendo en todo el mundo nuestra posición frente al programa de armas de destrucción masiva de Sadam Husein", prosiguió Clinton. El presidente agradeció a continuación al Reino Unido, Canadá y Australia su incorporación al esfuerzo bélico norteamericano. Canadá anunció ayer el envío al golfo Pérsico de una fragata, dos aviones de transporte y entre 300 y 400 soldados. Australia hará un gesto simbólico semejante en fecha próxima.

[También Polonia ha ofrecido una unidad antiquímica (hasta 400 soldados), en caso de conflicto armado, informa Reuters. Washington afirmó además que ha acordado en principio la participación de Hungría y la República Checa (que junto con Polonia son los países elegidos. para ingresar en la OTAN el año próximo), informa Efe. Por su parte, el Gobierno portugués ha autorizado a la aviación militar de Estados Unidos a utilizar la base de Lajes, en las islas Azores, en el tráfico de sus aviones militares hacia el golfo Pérsico, según la emisora de radio TSF.]

El apoyo de los países anglosajones a Washington no logró evitar que numerosos políticos republicanos señalaran que Clinton está muy lejos de lograr el consenso internacional que consiguió George Bush en la guerra del Golfo, en 1991. En su declaración, Clinton no hizo la menor mención a las objeciones a un ataque norteamericano de tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Rusia, Francia y China), a la negativa a secundarlo de aliados importantes de Estados Unidos como Turquía y Arabia Saudí y a la petición japonesa de respeto de la tregua olímpica.