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España pone reparos al envío de un contingente de la Guardia Civil a Bosnia con la OTAN

La iniciativa de EE UU para crear una fuerza policial internacional que compense a partir de junio la reducción de las tropas de la OTAN en Bosnia se desinfla con el paso de las semanas. A la oposición de Francia se han sumado ahora los reparos de España, dos de los países en cuyas fuerzas paramilitares (Gendarmería y Guardia Civil) se había fijado la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright. El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, visitó ayer la sede de la OTAN en Bruselas y se entrevistó con su secretario general, Javier Solana.

El Consejo Atlántico debatirá a partir de mañana la composición del contingente multinacional que debe sustituir en julio a la Fuerza de Estabilización de la OTAN en Bosnia (Sfor). Washington lanzó en diciembre la idea de completar las tropas aliadas con una fuerza policial capaz de hacer frente con armamento y preparación adecuados a los problemas de orden público con que se enfrentan sus soldados en Bosnia. Todos los países están de acuerdo en que existe un vacío entre las unidades militares y la policía desarmada de la ONU (IPTF), que convendría llenar. El problema surge a la hora de definir las funciones y composición de esta nueva fuerza.Fuentes españolas reconocieron que "la iniciativa de EE UU está muy verde" y hay muchas incógnitas que despejar para que el proyecto sea viable. En primer lugar habría que definir el mandato y el estatuto de esta fuerza, aclarar su cadena de mando, qué legislación aplicaría y de qué juez dependería en funciones de policía judicial. "Si se detiene a una persona ¿ante qué autoridad judicial hay que presentarla? ¿Ante la local? ¿Y si dicha autoridad entiende que el policía se ha extralimitado en sus funciones y ordena su detención?", se preguntaba ayer un experto, ejemplificando los problemas que plantea esta iniciativa, entre los que el idioma no es el menor.

Francia, cuya Gendarmería fue citada por Albright como uno de los cuerpos policiales que deberían contribuir a dicha fuerza, se ha opuesto al proyecto y el entusiasmo español se ha ido enfriando en la medida en que los inconvenientes van superando a las ventajas. Las fuentes consultadas indicaron que lo más probable es que la idea acabe descafeinada y las policías occidentales se limiten a dar apoyo y formación a sus homólogas bosnias.

El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, que ayer realizó su primera visita oficial a la OTAN, dijo que "si el Gobierno español decide que nos integremos en esa misión, lo haremos y asumiremos la responsabilidad de llevarla a cabo, sea más o menos incómoda. La Guardia Civil tiene poco que decir; es el Gobierno el que debe tomar la decisión".

En el caso de que finalmente se decida la participación de la Guardia Civil, concluyó, "habría que resolver una serie de cuestiones de índole técnica".

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