Cardenal desoye un dictamen de su gabinete para que ceda la plaza que tenía en Euskadi

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, ha hecho caso omiso a las recomendaciones contenidas en el informe que él mismo pidió a la secretaría técnica de la fiscalía, sobre el problema creado con la plaza de fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco cuya titularidad sigue manteniendo y se niega a sacar a concurso.El dictamen no vinculante de este órgano de apoyo al fiscal general, basado en la legalidad vigente y en otros precedentes, se pronuncia por sacar a concurso la plaza de Cardenal en el País Vasco. No obstante, constata la situación que podría darse si Jesús Cardenal concluye sus "servicios especiales" en la fiscalía general y encuentra ocupado de forma provisional su puesto en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Por ello, la nota interna de trabajo de la secretaría técnica recomienda que el Gobierno regule reglamentariamente esas circunstancias antes de que puedan producirse, según han confirmado a este periódico fuentes de la Fiscalía General del Estado. Sin embargo, ni Cardenal ha dado paso alguno para que salga a concurso la plaza de fiscal jefe del Tribunal Superior vasco, ni ha solicitado al Ministerio de Justicia la regulación que aconsejó el órgano de apoyo jurídico de la Fiscalía.

La renuncia de Cardenal es el paso previo e imprescindible para que el Ministerio de Justicia pueda convocar un concurso para cubrir el puesto de fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Sin embargo, el actual fiscal general del Estado no está dispuesto a presentar esa renuncia. Para ello alega que su actual cargo en la fiscalía del Estado es de confianza y, por tanto, de duración indeterminada. Lo ocupa en la situación administrativa de "servicios especiales", por lo que, en el caso de que sea destituido, puede regresar a su antigua plaza.

Dentro de dos años, Cardenal estará en edad de jubilarse. A finales de noviembre, la Consejería de Justicia del Gobierno vasco trasladó a Cardenal un informe de sus servicios jurídicos en el que cuestionaba su derecho a seguir disfrutando de la vivienda oficial que ocupaba en Bilbao por su condición de fiscal jefe del Tribunal Superior vasco.

En ese momento, el fiscal general, que mantiene otra vivienda oficial en Madrid, solicitó un informe a su secretaría técnica sobre dos cuestiones: la procedencia o no de abandonar el piso y la conveniencia de sacar a concurso su plaza en el País Vasco. El informe concluye que tiene razón el informe jurídico del Gobierno vasco y, por lo tanto, debe dejar el piso de Bilbao -algo que ya hizo hace dos semanas-, y que también procede sacar su plaza a concurso. Los miembros de la secretaría técnica son elegidos por el propio fiscal general después de pasar por un concurso de méritos, donde prima fundamentalmente la cualificación técnica.