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Telefónica, impone un drástico recorte financiero y de personal en Fundesco

La companía reduce a cero su asignación a la institución

Telefónica ha reducido a cero pesetas su asignación anual a Fundesco (834 millones en 1997). La compañía echó abajo la petición económica del presidente de Fundesco, Pedro Schwartz, al negarle una subvención de 793 millones para 1998. Ahora, Schwartz, que se mantiene al frente de la institución -cargo que lleva incorporado el de subdirector general de Telefónica-, lleva a cabo un drástico recorte de plantilla. Fundeseo, que a principios de 1997 tenía 122 empleados, se quedará con sólo 15.

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El equipo profesional de Fundeseo -fundación creada en 1970 por Telefónica para promover estudios en el sector de la comunicación- no se explica las razones del cambio de actitud de dicha compañía y de las otras firmas privadas, que constituyen su patronato, en, el que también están representados los ministerios de Cultura y Exteriores. La primera consecuencia ha sido una cascada de bajas. Al recorte de la plantilla en casi medio centenar de personas durante el pasado año se suman ahora nuevas bajas: desde el pasado viernes se han producido diez más y a otros 40 trabajadores se les ha ofrecido recolocarles en empresas de los patronos -en otras condiciones laborales- o aceptar la baja.Los motivos mencionados por empleados de la institución son diversos: desde una posible falta de confianza de Juan Villalonga, presidente de Telefónica, en la gestión del presidente de Fundesco, Pedro Schwartz; hasta la apuesta de Telefónica por una fundación más exclusiva, y con un mercenazgo publicitariamente más rentable.

Al ser preguntado por los motivos aducidos por Telefónica, Schwartz habla de razones empresariales: "Telefónica considera que dar dinero a fondo perdido es una política de incentivos equivocada, porque el personal se duerme en los laureles y es mejor financiar proyecto a proyecto". Telefónica, por su parte, no opina; uno de sus directivos se limita a decir que Fundesco se había transformado en "un dinosaurio" que era preciso adelgazar.

Las consecuencias no se han hecho esperar. Fundesco ha suspendido la publicación de sus anuarios, uno de los productos más conocidos de dicha institución. No reaparecerán hasta dar con alguien que esté dispuesto a financiarlos. Para los 22 proyectos que Schwartz asegura tener como menú de 1998 también será necesario buscar dinero en algún sitio, toda vez que Telefónica ha cerrado el grifo. Igualmente se abren otros horizontes para los proyectos que ya estaban en marcha, entre ellos los que la Unión Europea pagaba alrededor del 50%. En la cesta de Fundesco descansan 63.000 volúmenes sin distribuir y una colección de arte con aproximadamente 400 obras pictóricas en papel, además de un importante centro de documentación.

Schwartz, uno de los ideólogos económicos de la derecha, preside Fundesco desde el 1 de enero de 1997, cargo que lleva aparejado, el de subdirector general de Telefónica y el alta consiguiente en el fondo de pensiones de esta compañía. A su llegada a la presidencia de la fundación, 122 trabajadores estaban en la nómina de Fundesco. A los cuatro meses, en abril, la plantilla fue recortada en un 40%, en un proceso de bajas voluntarias. Según el comité de empresa, la presidencia atribuyó aquella medida a la necesidad de "aumentar la eficacia y garantizar el futuro".

En octubre de 1997, el comité de empresa remitió un escrito a todos los miembros del patronato bajo la cabecera Carta abierta en defensa de Fundesco. En la misma expresaba su inquietud por el futuro de la institución con párrafos como éste: "No percibimos por parte de nuestra dirección un mensaje de futuro coherente y acorde con nuestros fines fundacionales (...) Se pretende potenciar una actividad más comercial, mientras que, por otra parte, se erosionan las relaciones con nuestro entorno profesional, disminuye la entrada de proyectos relacionados con este entorno y se proponen en cambio otros que tampoco parecen más rentables, en áreas ajenas a nuestras competencias adquiridas".

Lo que en abril era un intento por despejar el horizonte, a final de año se convirtió en un golpe muy fuerte. Tradicionalmente, para afrontar sus actividades -dada la naturaleza nolucrativa de la fundación-, Fundesco ha recibido anualmente una asignación a fondo perdido de Telefónica. Así, por ejemplo, para 1997 había recibido 834 millones de pesetas. Para 1998, Schwartz solicitó una asignación de 793 millones, pero Telefónica le exigió que revisara la petición. El 17 de diciembre, el patronato comunicó al presidente de Fundesco que la asignación se reducía a cero pesetas.

La presidencia de Fundesco tiene en marcha un segundo recorte de plantilla. "Nadie nos ha facilitado oficialmente las cifras, pero desde la secretaría general [de Fundesco] se nos ha dicho verbalmente que se quedarán unos 15 trabajadores", dice Manuel Gomella, presidente del comité de empresa.

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