Mayor: "Con ETA no hay atajos, ni el del diálogo ni el de la ilegalidad, y esto tiene un costo"

El ministro Jaime Mayor Oreja formuló ayer un discurso pragmático y realista frente a los parlamentarios de su partido que conforman la comisión nacional de Interior, con los que reflexionó sobre la amenaza de ETA al PP en toda España. Mayor alertó a sus correligionarios de que frente a los terroristas no hay atajo posible y de que, precisamente, el haber escogido la vía que evita el diálogo y las ilegalidades traerá costos más altos. El ministro del Interior rechazó la posibilidad de implantar un plan general de seguridad para todos los cargos del PP porque sería "imposible" y provocaría más "histeria" e "inquietud".

El ministro abandonó ayer la sede central del PP, tras casi dos horas de reunión, con la misma carga que pesa sobre sus hombros en las últimas semanas, pero con la seguridad de que en el partido hay costaleros dispuestos a ayudarle. No fue una cita para debatir o proponer nuevas actuaciones frente a ETA. En el PP concluyen, no sin desazón, que no las hay. Por tanto, el de ayer fue un encuentro para proporcionar al ministro los ánimos y las fuerzas que se necesitarán en el futuro. Nadie se llama a engaño y menos Mayor Oreja. Habrá más funerales, pero el fin de ETA llegará."Lo más fácil para un grupo que está siendo chantajeado es dejarse chantajear un poco, pero no hay atajo posible, ni el del diálogo, ni el de la ilegalidad, y esto tiene un costo", advirtió Mayor Oreja al responder sobre si quedaba algo por hacer para evitar este goteo de cadáveres entre sus filas. El ministro descartó haber intentado "convencer" a sus interlocutores de ayer de la bondad de la actual política antiterrorista del Gobierno: "No hace falta, porque la política del Gobierno no es una decisión mía sino de un grupo y de un partido y tiene sus costos".

Entereza

El ministro y la dirección nacional del PP están recibiendo llamadas desde toda España en las que sus cargos les reclaman consejos y actuaciones a seguir. Se les responde haciendo hincapié en la autoprotección y se mantiene la decisión de proporcionar escolta privada a los cargos electos en Euskadi. Pero el ministro, desde luego, descartó ayer que esa protección se extienda a todos los cargos del PP en España, casi 25.500.Mayor Oreja valoró primero la actitud general de los dirigentes del PP ante esta amenaza como una "reacción desde la entereza y solidez". Consideró "imposible" ampliar, en estos momentos, el plan impuesto para sus cargos en Euskadi a todo el territorio y hasta catalogó esa hipótesis como negativa: "La peor de las histerias es la que se fundamenta en medidas imposibles". Y apostilló: "Un planteamiento generalizado aumentaría la inquietud". Mayor Oreja definió el estado de ánimo actual de los dirigentes del PP como de "sólida preocupación" e intentó evitar la imagen de una "psicosis preocupante y exagerada". Esa psicosis existe, pero no se quiere admitir públicamente porque sería como reconocer otra derrota ante los violentos. Algunos cargos, para negar ese lógico temor, relatan temerariamente la libertad con la que siguen haciendo sus recorridos habituales. Otros sí confiesan que su vida privada y familiar ha cambiado.

En cualquier caso, de la sesión de ayer sí salió una decisión unánime... e imposible. El PP no quiere volver a regalar una excusa a sus adversarios democráticos para la divergencia en la lucha contra ETA. "Antes morderse la lengua que responder a una provocación", dijo Ignacio Gil Lázaro, portavoz del PP en la comisión de Interior.

El propio Mayor Oreja se limitó a lamentar escuetamente, el "incidente" ocurrido en el pleno del Ayuntamiento de San Sebastián, donde los ediles del PP abandonaron el lunes la sesión tras exponer HB las fotos de unos presos de ETA. Mayor apostó porque no vuelva a ocurrir y reclamó "unidad y confianza". Y aludió así, de forma indirecta, a esta última polémica con el PSOE: "ETA basa su fuerza en la debilidad, falta de perseverancia, mezquindad y miserias de las personas normales, que las tenemos. Lo importante ahora es saber dar la respuesta desde la entereza, para que ETA vea que esta vez se equivoca".

No fue menos comedido el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes: "No seamos tan estúpidos que vayamos a coadyuvar indirectamente con los violentos a la propaganda gratuita y a dar una imagen detestable de confrontación. Tenemos que tener una unidad férrea en temas que no deben estar en el debate y estar absolutamente unidos codo a codo para luchar contra esa lacra".

Mayor señaló ayer, en este sentido, que reforzará todos los mecanismos de diálogo posibles para negociar las políticas antiterroristas, tanto en el Pacto de Madrid -que no le gustaría convocar justo detrás de cada atentado- como en otros foros.