_
_
_
_
LA LUCHA CONTRA ETA

Aznar busca un acuerdo con Almunia para poner límite al diálogo con HB que pretende Ardanza

Luis R. Aizpeolea

El presidente del Gobierno, José María Aznar, planteará al líder del PSOE, Joaquín Almunia, un pacto para limitar el diálogo con Herri Batasuna que pretende el lehendakari José Antonio Ardanza en el caso de que ETA acepte antes una tregua. El terrorismo centrará la reunión que en los próximos días mantendrán ambos líderes, quienes se vieron por última vez en La Moncloa a principios de diciembre. Aznar quiere hacer ver al secretario general socialista la conveniencia de que, en las actuales circunstancias, con ETA golpeando con toda crudeza, el Gobierno y el primer partido de la oposición deben recuperar el consenso, debilitado en los últimos meses. El jefe del Gobierno espera que el PSOE colabore con él en la reconducción de la propuesta formulada por Ardanza en lo que el lehendakari denomina "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea.

Más información
Gobierno y PSOE restablecieron el diálogo el pasado viernes
El lider socialista reclama más unidad contra ETA

El jefe del Gobierno vasco defiende una nueva etapa de consenso entre todos los partidos vascos, en la que se afronte un diálogo político sin límites y a la que se incorporaría Herri Batasuna tras el previo compromiso de ETA de una tregua. El acuerdo que busca el lehendakari, y que Aznar quiere matizar con la ayuda de Almunia, comprometería, de ser aprobado, al Gobierno central.Esta cuestión fue abordada el 17 de enero en La Moncloa durante la reunión que mantuvieron José María Aznar, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el lehendakari y el presidente del PNV Xabier Arzalluz. Ardanza entregó entonces un ejemplar de su propuesta al presidente del Ejecutivo, y simultáneamente abría en Euskadi una ronda de consultas con los partidos del bloque democrático. Ya con un amplio apoyo, Ardanza tiene intención de volver a reunirse con Aznar antes de fin de mes. También lo hará con el secretario general del PSOE. De ahí que la cuestión vaya a ser abordada antes entre el Presidente del Gobierno y del PP y el líder de la oposición.

La iniciativa de Ardanza, que viene a ser su testamento político ya que en octubre dejará la presidencia tras más de trece años de mandato, apuesta por una vía de salida dialogada al terrorismo. Ardanza parte de la base de que el terrorismo puede seguir muchos años si no se adopta alguna iniciativa política, que él sitúa en los partidos vascos y a los que propone hablar a tumba abierta. Su propuesta comprendería dos fases: una, entre los partidos del bloque democrático; y otra posterior, a la que se incorporaría HB previo cese de las armas de ETA.

El Gobierno de Aznar no se ha pronunciado oficialmente sobre esta propuesta, pero la quiere reconducir porque no le gusta su actual formulación, sobre todo en lo que se refiere a no poner límites al diálogo y dado que ya ha trascendido que alguna formación quiere incorporar en ella el derecho a la autodeterminación. El jefe del Gobierno confía en el respaldo de los socialistas, aunque sin buscar el enfrentamiento con el PNV, con quien mantiene una estrecha colaboración en el Congreso de los Diputados. La idea de Aznar es que el PSOE colabore para conseguir que el PNV, primer partido en Euskadi, clarifique y se replantee su posición en lo que se refiere a la conveniencia de abrir un diálogo de esa envergadura.

El viernes pasado, tras el asesinato en Sevilla del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y de su esposa, Ascensión García, Aznar y Almunia pactaron por teléfono celebrar una reunión en los próximos días para abordar la brutal ofensiva de ETA. Los atentados de la banda terrorista contra concejales del PP no van a alterar, como reitera Mayor Oreja, la estrategia antiterrorista del Gobierno, basada en la actuación policial, la cooperación internacional y el rechazo a cualquier tipo de diálogo con el entorno de ETA mientras ésta no deje de matar. No obstante, el Gobierno está dispuesto a introducir ajustes a esa política. Además de aumentar la eficacia policial, Aznar busca soldar la actuación de los partidos democráticos, porque está convencido de que el enfrentamiento de los últimos meses ha abierto fisuras que facilitan la estrategia diabólica de ETA.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

El Ejecutivo y el PSOE han mantenido duras polémicas en coincidencia precisamente con la campaña de asesinatos de los concejales del PP. Mientras los socialistas han acusado a los populares de tratar de rentabilizar electoralmente los atentados, el partido en el Gobierno ha censurado duramente al PSOE tras la defensa de Joaquín Almunia de una política favorable a la reinserción de los etarras, incluyendo, llegado el caso, los indultos.

El Gobierno cree que ahora se dan las circunstancias para un acuerdo con el primer partido de la oposición, con el que tradicionalmente las coincidencias en materia antiterrorista han superado las diferencias. De hecho, los últimos mensajes de los socialistas van en esa línea. Pero Aznar busca algo más. Una postura común para limitar la propuesta que Ardanza le dejó sobre la mesa hace veinte días.

Al Ejecutivo le preocupa especialmente la disposición del lehendakari a que todos los partidos vascos lleguen a un acuerdo sin límites y que el Gobierno central tendría que asumir como tal. Aznar quiere dejar claro que no aceptará ningún diálogo con HB sin que ETA abandone antes las armas. El documento de Ardanza está muy medido. Contiene expresiones como "ningún Gobierno democrático va a establecer un diálogo político con una organización terrorista en ejercicio" y "el diálogo no podrá ser con ETA".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_