San Lorenzo denuncia que los límites de acceso al monasterio de EL Escorial pejudican su economía

La frecuencia establecida por Patrimonio Nacional, de 400 visitantes a la hora en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial (10.946 habitantes) tiene descontento al Ayuntamiento. El alcalde, José Luis Fernández Quejo, del PP, cree que la regulación de entrada al monasterio perjudica al comercio de la localidad, y ha iniciado negociaciones con Patrimonio para solucionar el problema. La primera reunión se celebró ayer. El alcalde pidió a ese organismo la ampliación del número de visitantes, que el museo abra los lunes que haya puente y que cierre a la hora de comer.

El nuevo gerente de Patrimonio Nacional, Miguel Ángel Recio, que sólo lleva un mes en el cargo, destacó ayer por la franqueza en sus declaraciones. Reconoció que la nueva regulación en el número de visitantes a los museos de Patrimonio "puede producir colas a la puerta de los monumentos".La institución Patrimonio Nacional estableció un tope de 400 visitantes a la hora en seis de los siete museos que tiene en Madrid, todos menos el Valle de los Caídos. La medida afecta a los dos edificios más visitados: el Palacio Real de Madrid y el monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Un total de 768.000 personas recorrieron el palacio en 1997 (más de dos mil diarias). El día de mayor asistencia fue el Sábado Santo, con 5.300 visitantes. La afluencia media fue de 750 personas a la hora entre las diez y las doce de la mañana. El monasterio de San Lorenzo registró una entrada total de 633.000 personas, y llegó a alcanzar una asistencia récord de 1.500 personas en una hora.

El gerente de Patrimonio aclaró ayer que la regulación de visitantes va encaminada a "la protección de piezas únicas e irrepetibles de obras de arte". Añadió que el gentío daña los objetos. El alcalde fue más concreto: "En el monasterio, con 7.000 turistas en un día, sí se producen daños. El que no se tumba en la cama de Felipe II, se pone a tocar los frescos".

Pero la nueva regulación ha cambiado las visitas: "Los que quieran visitar los monumentos ya no pueden actuar libremente, ni visitarlos cuando les parezca, como hacían antes". Pero Recio aseguró que Patrimonio no prevé establecer sistema alguno para evitar las colas y regular la asistencia del público, ni siquiera una simple lista de reservas, "porque sería un sistema muy complicado".

Colas en primavera

El alcalde mostró su preocupación por el futuro del monasterio: "Ahora es temporada baja y aún no ha habido colas, pero, cuando llegue la primavera o el verano, ya veremos", lamentó. Fernández Quejo se hizo eco de la denuncia de los comerciantes de la localidad, quienes aseguran que "la regulación de entrada al monasterio pone en peligro su economía", según expuso el edil. Éste añadió que "Patrimonio no ha contado con San Lorenzo a la hora de regular la entrada al monasterio".Para asegurar el futuro del comercio de la localidad, el alcalde pidió al gerente de Patrimonio que dé un trato de favor al monasterio con respecto al resto de los edificios de Patrimonio: "El número de visitantes no se debe reducir a 400 en San Lorenzo, porque la actividad de este pueblo gira en torno al monasterio y nos veríamos perjudicados".

Añadió que "se podría abrir el monasterio los lunes que caigan en puente [ése es el día de cierre por descanso semanal en el museo] o incluso se podría cerrar a mediodía y reabrir por la tarde [ahora cierra a la hora de comer] para que el público coma en los restaurantes de la localidad y no se marche después de la visita sin pisar el pueblo".

La única solución que propuso Recio para evitar las largas colas es que todos los visitantes llamen a Patrimonio Nacional (al teléfono 547 53 56, con la extensión 300, o al mismo número acabado en 7, 8 o 9) para informarse de la afluencia de público el día que piensen visitar el museo.